Sevilla
Un Gobierno de «fieles»
Griñán admite que en la elección de consejeros ha pesado el entendimiento con él. Busca blindarse ante el pacto con IU, la confrontación con Rajoy y la «trama de los ERE»
Sevilla- José Antonio Griñán despejó ayer la incógnita de las personas que lo acompañarán en esta nueva legislatura. La clave para entender este nuevo Gobierno la ofreció él mismo: «fidelidad» y «entendimiento» con el presidente –también habló de «solvencia» como otro de los valores de sus nuevos consejeros, algo que se presupone en cualquier cargo público–. El argumento no es insignificante. El líder del Ejecutivo andaluz es consciente de que los próximos cuatro años serán complicados por diversos motivos: el pacto con IU, que aunque parece que ha nacido bien podría deteriorarse en cualquier momento; la cohabitación con el Gobierno central en una época de ajustes presupuestarios; y el horizonte judicial que se avecina con la investigación sobre la «trama de los ERE», después de que la juez Mercedes Alaya haya apuntado a la Junta de Andalucía por amparar un procedimiento ilegal de concesión de ayudas. Por eso, más que nunca, Griñán ha optado por reforzar su núcleo duro, prescindiendo de otras motivaciones –prioritarias en otros momentos– como los equilibrios territoriales dentro del PSOE para garantizar la representación de todas las provincias.
Entre las sorpresas desveladas ayer, está la incorporación de la «número dos» del PSOE andaluz, Susana Díaz, como consejera de Presidencia e Igualdad. Griñán suma así a otra persona de su estricta confianza a su gabinete e impulsa un cambio orgánico dentro del PSOE-A, ya que Díaz dejará la Secretaría de Organización, puesto desde el que ha protagonizado varios enfrentamientos con el sector crítico a la dirección regional.
La anterior consejera de Presidencia, Mar Moreno, regresa a Educación, donde estuvo desde abril de 2009 hasta marzo de 2010. Un «premio» a la labor realizada estos dos últimos años, en los que ha asumido la portavocía del Gobierno en el caso de los ERE.
Luciano Alonso también continúa en el Gobierno, aunque con una clara merma en sus competencias. Pasa de ostentar Turismo, Comercio y Deportes a la cartera de Cultura y Deportes –Griñán admitió que Cultura, en un principio, iba a desaparecer–. Alonso y Griñán han reforzado su sintonía en los últimos meses y en el PSOE están satisfechos con los resultados de Málaga, lista que encabezó el nuevo consejero de cultura.
Dos «inseparables» del presidente continúan en sus cargos: Antonio Ávila y Carmen Martínez Aguayo. El primero, además, asume las competencias de Empleo y será el encargado de regenerar una Consejería que quedará incluida en Economía e Innovación.
Por su parte, Martínez Aguayo será la encargada de controlar que el objetivo de déficit no se dispare, algo que no cumplió el año pasado. Además, tendrá que culminar la polémica reestructuración del sector público, ya que la Junta aún tiene pendiente el cumplimiento de los distintos fallos judiciales ante las denuncias impulsadas por varios sindicatos de funcionarios.
El presidente de la Junta también suma a otro «amigo personal». Se trata de Luis Planas, que ocupará otra macrocartera: Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, con competencias sobre urbanismo y ordenación del territorio. Planas ya fue consejero con Manuel Chaves –de Presidencia, entre 1994 y 1996, y de Agricultura y Pesca en 1993 y hasta 1994–. Ha ocupado diversos cargos en la Unión Europea y ha sido embajador de España en Marruecos, experiencia que puede ser importante ante las próximas megociaciones del marco presupuestario 2014-2020.
Otra de las consejeras socialistas será María Jesús Montero, que permanece en Salud y suma las competencias de Bienestar Social. Su apoyo a Alfredo Pérez Rubalcaba frente a Carme Chacón –la apuesta de Griñán– la situaban fuera del nuevo Ejecutivo, pronóstico que no se ha cumplido. Algo que sí se ha materializado en el caso de Micaela Navarro, que sale del Gobierno andaluz después de ser señalada como una de las aspirantes a liderar el PSOE-A en el caso de que el PP-A de Javier Arenas hubiera ganado las elecciones por mayoría absoluta.
El último de los consejeros nombrados directamente por Griñán –los otros tres son de IU– es el de Justicia e Interior, Emilio de Llera, fiscal decano de la Fiscalía Provincial de Sevilla. Ajeno a la política, tratará de impulsar la modernización judicial, sucesivamente aplazada en los últimos años.
Para cerrar el círculo, Griñán recupera el cargo de portavoz del Gobierno, puesto que ocupará el secretario de comunicación del PSOE y la persona que se encargó –con éxito, a tenor de los resultados– la reciente campaña electoral socialista.
Mañana tomarán posesión los consejeros y en las próximas semanas se detallarán los recortes de al menos 2.700 millones.
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