Presupuestos intervenidos por José Ramón PIN ARBOLEDAS

La bajada de la calificación de la deuda soberana del Reino de España por Moody's es un aviso. Aviso cuyo objeto es que el Gobierno español tenga como objetivo fundamental la reducción del déficit.
Lo mismo ocurre con la decisión de Bruselas al anunciar sanciones para los incumplidores de la zona euro. Los presupuestos de 2010 son impuestos por los acreedores. El Gobierno querría haber presentado otros, sobre todo en un año electoral, pero no puede.
Lo malo es que ZP y su equipo han interpretado mal la orden. Subir el tipo del IRPF y bajar las inversiones va contra el liberalismo sensato y no se le ocurriría ni al Keynesiano más conspicuo; lo dice el evangelio: a los tibios los vomitaré».
Todo porque el Gobierno es incapaz de reducir radicalmente los gastos. Es como si un Interventor Judicial (nombrado por los mercados financieros con el visto bueno de la UE) hubiese tomado cartas en la suspensión de pagos encubierta a la que ha llevado la política de ZP.
Lo grave es que, en la mayoría de casos, los interventores judiciales, cuando no usan el bisturí con los gastos, primero cobran ellos y luego quiebra la empresa intervenida. Conclusión: el Parlamento debería devolverlos, provocar elecciones generales y que otro gestor tome España S. A.
Parece que esto no va a ocurrir; por eso se aprobarán unas cuentas para 2010 que mantendrán o aumentarán el paro y acabarán con la esperanza del crecimiento del empleo; al menos hasta 2012.

José Ramón PIN ARBOLEDAS es profesor de IESE Business School