Sarkozy suaviza la reforma de las pensiones

Sarkozy se reunió hoy en el Elíseo con el primer ministro, François Fillon, y el ministro de Trabajo, Eric Woerth, entre otros altos cargos, y anunció que las modificaciones acordadas costarán 3.400 millones de euros.

Estas reformas afectan en primer lugar a padres de familia que se hayan tomado al menos un año de baja laboral por nacimiento en los tres años siguientes al nacimiento de un hijo, para que se les mantengan las condiciones actuales de jubilación.

Además, el acuerdo alcanzado hoy prevé mantener las condiciones actuales para la jubilación en el caso de padres con hijos discapacitados que hayan visto afectada su vida profesional por esa situación familiar.

También se ha acordado que el Gobierno presente una enmienda al proyecto de ley de reforma de pensiones para que se aborde específicamente el caso de las madres de familia que estén más cerca de la edad de jubilación y que hayan tenido que interrumpir sus carreras profesionales para atender al cuidado de sus hijos.

Las medidas anunciadas de reforma del plan de pensiones se financiarán con un aumento de la retención social sobre las rentas del capital y con una modificación del impuesto sobre plusvalías de operaciones inmobiliarias, precisó el Elíseo en un comunicado.

El comunicado de la presidencia asegura que los cambios en la reforma "mejoran"el texto sometido a la consideración del Parlamento y que, específicamente, favorecen a las madres de familia.

Sin embargo, se mantiene el retraso progresivo de la edad mínima de jubilación hasta los 62 años, "componente esencial"de la reforma puesto que, sin él, "no se podrá alcanzar el equilibrio"en el régimen de pensiones vigente en Francia.

"El objetivo principal es el de garantizar que se puedan financiar las pensiones de los franceses y de sus hijos", se afirma en la nota oficial de la Presidencia.

El anuncio del Elíseo se conoce dos días después de que haya comenzado en el Senado el debate sobre el controvertido texto de reforma de las pensiones, ya aprobado en la Asamblea Nacional y que la cámara alta prevé votar el próximo 15 de octubre.

Dos días antes, el 12 de este mes, hay convocada una nueva jornada de protesta -la séptima en lo que va de año- contra la reforma estrella del Gobierno que incluye ya paros indefinidos en sectores esenciales, como el transporte ferroviario y la generación y distribución de energía.