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México

El ausente por Lucas HAURIE

La Razón
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Aunque practicante del metodismo, el santo lai- co que reconcilió a Suráfrica tras el apartheid e impulsó el Mundial inaugurado ayer comparte con millones de africanos una tradición animista y con el resto de la Humanidad un instinto animal de amor a la familia. Por eso, Rolihlahla Dalibhunga Mandela (lo de Nelson fue cosa de un misionero inglés) no encontraba ayer consuelo ni tenía presencia de ánimo para estar en el partido inaugural entre sus queridos Bafana Bafana y México. Su bisnieta Zenani falleció anteanoche en un accidente de tráfico, la misma causa de muerte de su primogénito cuando él penaba en prisión. A su otro hijo varón se lo llevó el SIDA en 2005. Demasiado drama para un anciano próximo a cumplir los 92 años. La selección de Parreira no pudo contar con su mejor baza extradeportiva. Visto lo visto, le hará falta en los dos próximos partidos.Madiba, el apelativo con el que le gusta ser conocido por ser el usado para llamar a los ancianos de la etnia Xhosa, es una inmarcesible fuente de inspiración para toda la nación arco iris. Sólo su voluntad hizo posible una transición pacífica del odio racial a la normalidad democrática. Admitido el lugar común de que el deporte es hoy un trasunto de la guerra, se le puede aplicar lo que dijo Wellington de Napoleón: «Su sombrero en el campo de batalla vale más que 50.000 hombres». Pero el viejo guerrero, achacoso por culpa de mil heridas del cuerpo y del alma, no estuvo en Joha- nnesburgo y no pudo respaldar a los futbolistas negros como hace tres lustros hizo con los «ruggers» blancos. Para el equipo surafricano, mediocre tirando a horrible, toda ayuda será poca si no quiere ser el primer anfitrión eliminado antes de los cruces.