Historia

Sevilla

La Bordiú y Campos siguen juntos por Jesús MARIÑAS

La pareja estuvo en Marbella, Cantabria y luego en Bilbao
La pareja estuvo en Marbella, Cantabria y luego en Bilbaolarazon

Moverse y viajar, acaso para no pensar. Podría ser una fórmula a patentar, imponer y hacer norma matrimonial con Carmen Martínez-Bordiú y José Campos. Fieles a su manera «ad lib» de convivir, este verano no han parado. Aunque no bajan al sur desde tan lejos como Sarah Ferguson y el príncipe Andrés de Inglaterra, nuevamente anclados en Sotogrande, como también lo hacen Luis Alfonso y Margarita Vargas. La tranquila zona permite al delfín francés ejercer de padrazo. Alterna con Ana Rosa y una Inés Sastre casi inédita este verano. Sotogrande es sinónimo de polo internacional y su Copa reclamo para muchas visitas.
Aunque no duermen bajo el mismo techo, los ex duques de York se ven cada día. Ferguson fue pionera de la zona en tiempos de Luis Miguel Dominguín, cuando Pitita aún no había vendido un casoplón que le aburría bastante. Pero no me pierdo: la primogénita de Carmen Franco –que se acastilló en Meirás y este verano sólo se la vio para una corrida de toros, el 6 de agosto, con Ponce, Castella y El Fandi– aún no visitó «terra nosa». Como siempre, confiesa que la Alba es el modelo a seguir. Y, aunque María de Mora y varias teles aseguraron que se separaba del cántabro, ahí siguen. Ni atisbo de ruptura. Después de la despedida del «Bailemos con Carmen», de Marbella volvieron a Santander, volaron a Mallorca y de ahí nuevamente a la capital costasoleña, por lo mucho que les tira el Incosol, donde Rocío Tastallino organizaba un desfile de moda flamenca similar al que montó en Sevilla con el debut de Gloria Camila, la hija de Ortega Cano, que debía competir con Andreíta.
Ante dificultades laborales del mítico centro recuperador de Marbella, hoy propiedad de López Estera, dieron carpetazo a la proyectada representación de ropa transformándolo en un beneficio para el síndrome de Down. No falló la pareja, siempre en habitaciones separadas. Carmen, al ver el «photocall» organizado, montó una buena. Su cabreo hizo época y se limitó a cenar por aquello de no dar la nota, y José subió al escenario requerido por Hilario López Millán, que presentaba la subasta. Sortearon un modelo de Rocío y la fortuna recompensó a María Ángeles Grajal, que fue con Jaime Ostos. De allí, tras un baño matinal en una de las tres piscinas que no compartió con su marido, salieron para Cantabria y luego para Bilbao, al Ercilla. Para rozar el divorcio, no se separan. Y algunos lo sienten.