Cataluña
Navarro ignora las presiones de Griñán
BARCELONA- El primer secretario del PSC, Pere Navarro, no lo tiene fácil para concretar su postura respecto al pacto fiscal. Por una parte, el Govern de Artur Mas le reclama prácticamente una adhesión a su propuesta (que comparten ERC e ICV); y, por otra, dirigentes del PSOE como el líder andaluz, José Antonio Griñán, deploran de un sistema de financiación para la Generalitat que ponga fin a la igualdad entre territorios y consagre los privilegios. Ayer, Navarro tenía que posicionarse y optó por colocarse más cerca de Mas que de Griñán aunque sin extenderle un cheque en blanco al presidente de la Generalitat. Lo hizo durante una conferencia en el Círculo de Economía, que desde la pasada semana acoge a todos los líderes catalanes para que ofrezcan su punto de vista sobre el pacto fiscal. «A los compañeros de Andalucía sólo les puedo decir una cosa, que ellos continúen defendiendo los intereses de Andalucía que yo defenderé por encima de todo los de Cataluña, opinen lo que opinen», dijo. Navarro está dispuesto a apoyar un modelo para Cataluña que limite la solidaridad y a defender que la Generalitat se haga con la llave de la caja de los impuestos aunque sin hacer desparecer al Estado de un consorcio tributario. Expuesta su oferta, el líder del PSC retó a Mas a moverse para facilitar el consenso y lanzó un desafío al final al president: que el modelo que apruebe el Parlament reúna, al menos, el mismo consenso que logró el Estatut en 2005 en Cataluña.
La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, por su parte, observa que Navarro está a un paso de entregarse a los brazos de CiU, algo que interpretó como un síntoma de su «debilidad interna». «Que no quieran abstenerse en la votación del pacto fiscal para no coincidir con el PP es una muestra de su falta de estrategia y de credibilidad. Por eso ahora quieren adherirse al modelo de CiU y aceptar la votación por partes», consideró.
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