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Menos y mejores por Javier Flores
El sector bancario español se enfrenta a la segunda gran ronda de fusiones. En unos años solamente quedarán las cinco entidades más sólidas y solventes, entre las que sin duda se encontrará CaixaBank. La fusión de CaixaBank y Banca Cívica, a falta de conocer los pormenores de la operación, no solamente enmendará la precipitada unión de Cajasol, Caja Navarra, CajaCanarias y Caja de Burgos, que en julio salía a bolsa como Banca Cívica, en una operación con pésimo resultado para los accionistas minoritarios, sino que además nos recuerda que no toda la banca es igual: frente a operaciones que salen del bolsillo del contribuyente, CaixaBank ha hecho sus deberes y se muestra capaz de sacar adelante la operación sin ayudas públicas y asumiendo la deuda de casi 1.000 millones de Banca Cívica con el FROB.
Si bien es cierto que a corto plazo los actuales accionistas de Banca Cívica pueden ver mermadas sus expectativas, no lo es menos que si asumimos que el acuerdo se lleva a cabo mediante de un canje de acciones y sin ampliación de capital, la nueva entidad es líder en el sector y aporta renovadas posibilidades para sus accionistas por las mejores perspectivas para el negocio y el dividendo. Además de unas sinergias que podemos estimar que resulten en un ahorro de costes del 20%, con los datos de que disponemos, la operación nos permite predecir un impacto limitado sobre la solvencia de la entidad resultante de la fusión.
El sector financiero se enfrenta a una época difícil, que debe ser planteada como una oportunidad para tener menos bancos y mejores. Antes de iniciarse la integración de las cajas había 50 entidades, que a fecha de hoy se han reducido a la mitad, pero siguen siendo demasiadas.
Javier Flores
Responsable del Servicio de Estudios y Análisis
ASINVER
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