Barcelona
Leche cacao azúcar coros y danzas
Las campañas electorales no sirven úinicamente para pedir el voto. En ocasiones son útiles para ampliar conocimientos en otras materias, como la literatura. Por ejemplo, asistiendo ayer a un acto de CiU en el Museo del Chocolate de Barcelona, rodeado de casas regionales, uno puede descubrir que una de ellas se llama –siempre según la hoja de Prensa de los chicos convergentes– Manuel de Cervantes. ¿Manuel? ¿Un hermano del autor del Quijote o el auténtico responsable del texto? Misterio.
En el auditorio del acto no había expertos en el Siglo de Oro sino responsables de la Casa de Melilla, la Hermandad de los Romeros o el Hogar Extremeño Leonés. Muchos admitían que estaban allí «porque nos han prometido chocolate». Y, en efecto, eso es lo que se podía degustar en una mesa.
Duran acudió a las once de la mañana arropado por el conseller Josep Lluís Cleries y la vicepresidenta Joana Ortega. Esta última iba vestida con una gabardina Bogart de color rosa y comenzó su discurso dando las buenas tardes. «Ay, perdón, es que ya no sabemos en qué día estamos», se corrigió. Ortega leyó algunas adhesiones, como la del presidente de la Federación de Entidades Andaluzas en Cataluña,Francisco García Prieto, quien explicó que no podía ir por estar en Marruecos hasta hoy.
Duran, vestido con una chaqueta con parches, saludó en catalán, gallego, vasco y castellano, pidiendo a continuación el voto y reconociendo que el PP «ganará. Está cantadísimo». Sin embargo, aprovechó para dar las gracias por los apoyos recibidos tras criticar las ayudas a los agricultores andaluces. «Nunca he faltado al respeto», dijo. Luego se dio un baño de masas regado con chocolate.
✕
Accede a tu cuenta para comentar