Pamplona
Tom Marfo: «Los políticos no están interesados en estas mujeres: son pobres y débiles»
«La muerte de una persona es una tragedia; las de millones son sólo estadísticas». Con esta frase de Stalin, Tom Marfo, líder de la ONG Christian Aid and Resources Foundation, resume el escaso compromiso social para luchar contra la prostitución. Invitado por la asociación Esclavitud XXI, se encuentra en España para concienciar a la sociedad de este drama. Su organización, ubicada en Holanda, ha ayudado a muchas chicas a salir adelante.
–¿Están los Gobiernos comprometidos contra el problema?
–No lo suficiente. El año pasado, partiendo de un informe de las Naciones Unidas, se demostraba que es seis veces más fácil ser condenado por robo que por tráfico de personas. Hablamos del crimen más espantoso contra la humanidad. Un genocidio contra los más vulnerables: mujeres y niños. Rescatarlas no requiere una sofisticada infraestructuras. Los proxenetas están siempre con ellas.
–Entonces, ¿qué les detiene?
–En un encuentro en Pamplona hablé con la Policía y decían que estas chicas no querían hablar. Y así, no se puede culpar a los criminales. ¿Qué cooperación esperan cuando el proxeneta le dice que si habla le volará la cabeza? Si para lograr pruebas hay que esperar a que las chicas cooperen, les están dando ventaja. Ellas nunca les tracionarán.
–De hecho, ha habido casos.
–En España, hace años, una chica rumana fue lo suficientemente valiente como para denunciar a su «chulo». Éste fue sentenciado, pero ordenó desde la cárcel a su banda que la mataran. Fue asesinada delante de su hija.
–¿Falta concienciación en el resto de la sociedad?
–Viajo por todo el mundo y es escalofriante: la sociedad es muy ignorante. Hace años grabamos un reportaje sobre tres víctimas. Fue emitido en «prime time» en Holanda y todo el mundo lo vio. Los medios de comunicación tienen mucha responsabilidad. Algunos incluso promueven la prostitución en determinados anuncios. Si los medios dedicaran informativos especiales, la sociedad sería más consciente. Las ONG necesitamos a los medios para ganar la batalla. A mi generación le gustaría decir que fuimos «abolicionistas» de la prostitución.
–LA RAZÓN ha retirado los anuncios de contactos. ¿Lo considera un paso necesario para erradicar la lacra?
- Absolutamente. Primero, quitarme el sombrero por esta decisión. Sin los medios no podemos triunfar. Los políticos no están interesados en acabar con la esclavitud: no tienen interés estratégico en las víctimas. Son pobres, débiles, vulnerables y vienen de países muy lejanos. No tienen identidad.
–El aborto es un daño colateral.
–Ningún «chulo» quiere a una embarazada. El aborto es automático. No se suele llevar a través de médicos; llaman a gente para que lo practique. Algunas chicas sangran mucho y, sólo si la situación es crítica, las mandan al hospital. Los órganos reproductores quedan totalmente destruidos. No me he topado con ninguna que no haya abortado. Algunas pueden abortar dos o tres veces al año. Una niña de nueve años ucraniana fue secuestrada en un parque y trasladada a Alemania, donde se convirtió en una esclava sexual. Con 14 años había abortado tres veces. Después se suicidó.
✕
Accede a tu cuenta para comentar