Torres-Dulce será el nuevo fiscal general del Estado

MADRID- Mariano Rajoy ha tomado el control de los nombramientos en los segundos escalones de la Administración que ratificará el Consejo de Ministros de este viernes, especialmente de los más delicados, como son los del Ministerio de Justicia y de Interior. El nuevo fiscal general del Estado que sustituirá al controvertido Cándido Conde-Pumpido será Eduardo Torres-Dulce.

En un primer momento el nuevo ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, apostó por el hasta ahora vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, como su «número dos» en la Secretaría de Estado de Justicia. Durante toda su trayectoria política Cobo ha sido siempre su «mano derecha». Pero el perfil técnico del puesto, y algunas impresiones recibidas desde el ámbito de la judicatura, han obligado a aparcar la propuesta. Parece ser que el propio Cobo decidió desestimarla por entender que Justicia requería de especialistas en sus segundos escalones y que, por tanto, había candidatos más idóneos para el cargo. En su lugar, el nuevo secretario de Estado de Justicia será Fernando Román, jefe del Gabinete Técnico del Tribunal Supremo, mientras que el hasta ahora delegado de Hacienda y Administración Pública del Ayuntamiento de Madrid, Juan Bravo, será el subsecretario.

Román es considerado, ante todo, un gestor. Fiscal de Carrera, accedió a magistrado especialista en lo Contencioso-Administrativo por el turno de oposiciones restringidas. Quienes le conocen coinciden en definirle como una persona «honesta, seria y trabajadora, profundamente independiente, sin perfil político, y, sobre todo, un gestor. Es un magnífico técnico con una gran capacidad de gestión».

Respecto al futuro político de Cobo, la previsión es que Rajoy lo convoque para ocupar otra responsabilidad dentro de su Administración.

El Consejo de Ministros también aprobará, entre otros nombramientos, el de Federico Ramos de Armas, hasta ahora viceconsejero de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, como nuevo secretario de Estado de Medio Ambiente.

La presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, anticipaba ayer que Antonio Beteta, ya ex consejero de Transportes, no sería el único dirigente de su Ejecutivo «fichado» por la Administración de Rajoy, y apuntaba, enigmática, que habría «dos o tres» cambios más.

Por otra parte, el director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, Jorge Moragas, dedicó la tarde de ayer a concretar el equipo en el que se apoyará en Moncloa, después de haber ocupado sus primeros días en tomar contacto con el contenido de sus nuevas responsabilidades. Moragas conoce el Palacio porque ya trabajó en él durante el Gobierno de Aznar. Ha ofrecido ser su «número dos» en el Gabinete presidencial a Alfonso de Senillosa, con quien ya hacía «tándem» en Génova en el Gabinete del presidente nacional del partido.

Senillosa, fundador de la cadena Workcenter y Premio Joven Empresario de la Comunidad de Madrid en 2006, fue fichado por Rajoy, a quien llegó de la mano de Moragas, en los momentos de «vacas flacas» del PP. Era el verano de 2009, sólo un año después de la segunda derrota de Rajoy en unas elecciones generales, y el líder popular remaba todavía en contra de algunos sectores de su partido. Además de victorias electorales, necesitaba de savia nueva que le ayudase a consolidar el lavado de cara en la imagen y en el discurso del partido que impulsó en el Congreso de Valencia.

Por último, Moragas también se lleva a la abogada del Estado Charo Pablos como secretaria general de la Presidencia del Gobierno. Fue la jefa de la asesoría del Grupo Popular en el Congreso durante la pasada Legislatura.

Los secretarios de Estado con escaño lo abandonarán para dedicarse en exclusiva al nuevo cargo.

Otros nombramientos
Federico Ramos de Armas, viceconsejero de Esperanza Aguirre, será el secretario de Estado de Medio Ambiente.
Alfonso de Senillosa continuará como mano derecha de Jorge Moragas en el Gabinete de Presidencia.
Juan Bravo, delegado de Hacienda y Administración Pública del Ayuntamiento de Madrid, subsecretario de Justicia.