Aquella foto de Don Bosco en Barcelona por Lluís Martínez Sistach

Una reliquia-urna de san Juan Bosco peregrina actualmente por diversas diócesis españolas y durante la primera quincena de noviembre visita las tierras catalanas. Esta peregrinación de quien fue fundador de los Salesianos y de las Hijas de María Auxiliadora prepara la celebración del bicentenario de su nacimiento, que se celebrará el año 2015. San Juan Bosco, conocido entre nosotros como Don Bosco, nació en Castelnuovo, en el Piamonte italiano, el año 1815 y murió en Turín el año 1888.

Dos años antes, en 1886, el santo visitó Barcelona, donde residió en la casa de su congregación en Sarriá y visitó la basílica de Nuestra Señora de la Merced y la iglesia de Belén. En la Merced recibió la donación de unos terrenos en la cumbre del Tibidabo, donde se construyó una pequeña ermita y ahora se levanta la basílica del Sagrado Corazón de Jesús.
La visita de la reliquia de Don Bosco a Barcelona me ha recordado una foto realmente histórica. Fue hecha el 3 de mayo de 1886. Aquel día, el santo y los niños acogidos a la obra salesiana de Sarriá fueron invitados a comer en la casa y la finca del señor Lluís Martí-Codolar, en Horta, en los locales que hoy son la sede del principal centro de formación de los Salesianos en Cataluña y también un centro para la juventud de aquel barrio.

Conocemos el nombre del autor de aquella foto, Joaquim Pascual y Martí-Codolar, sobrino del dueño de la casa. Don Bosco aparece sentado bajo un gran árbol, que todavía hoy puede verse, al lado de un abad que en aquellos días era huésped de la familia Martí-Codolar y rodeado de un amplio grupo de personas, entre las cuales está su anfitrión y los niños de la obra salesiana de Sarrià. Cien años más tarde, don Viganó, entonces rector mayor de los Salesianos, contemplando la foto, escribió: «¡Esta es la mejor foto de Don Bosco!»
No querría olvidar a una de las personas que, muy discretamente –como si no quisiera aparecer–, sale en esa foto.

Me refiero a la venerable Dorotea de Chopitea, una dama chilena que el año 1816 emigró con su familia a Barcelona a causa de la guerra. Aquí contrajo matrimonio con el banquero Josep Maria Serra, también emigrado chileno y descendiente de una familia catalana. Dorotea de Chopitea fue la impulsora de más de treinta obras sociales en nuestra tierra. Mantuvo una correspondencia personal con san Juan Bosco y fue la principal inspiradora de la visita del santo a nuestra ciudad. Ella es un gran ejemplo del sentido social de un sector de la burguesía, que vio el sentido providencial que, para los nuevos tiempos, tenía la obra salesiana.

¿Qué nos dice sobre todo la visita de la reliquia-urna del santo? En estos tiempos de crisis, nos dice que hemos de esforzarnos en ser continuadores de todos estos testimonios del sentido social de la fe cristiana. Estos testigos llevaron escuelas a los barrios obreros, como sabios pedagogos fueron partidarios del sistema preventivo y dieron mucha importancia a la formación para el trabajo, incorporando talleres a las escuelas y creando escuelas profesionales.

Es muy clara la actualidad de este mensaje en esta hora de crisis prolongada y grave. Deseo destacar el sentido social de todos aquellos cristianos y cristianas de nuestra comunidad diocesana que sintonizaron con el mensaje social de Don Bosco en aquella histórica visita de 1886, que ahora rememoraremos de nuevo, en espíritu de compromiso cristiano con las necesidades sociales de la hora presente.