Valencia

Las ventajas de cultivar energía

Cuando un terreno de cultivo no es rentable -algo que, desafortunadamente sucede cada vez más- hay dos opciones: venderlo o buscar un uso alternativo. Una posibilidad es dedicarlo a producir energía, lo que se conoce como «cultivos energéticos».

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La biomasa, un tipo de energía renovable, se obtiene mayoritariamente de industrias de transformación de productos agrícolas y forestales, de residuos de explotaciones ganaderas, de restos forestales y cultivos y, también, de cultivos implantados y explotados con el único objetivo de obtener biomasa. Este último tipo de cosecha es el que está estudiando la Conselleria de Agricultura como una forma de que los agricultores se abran a nuevos mercados y nuevas alternativas de negocio, y también como una manera de proteger el medio ambiente a través de energías renovables.

La potenciación de los cultivos energéticos en la Comunitat puede ser una solución a los problemas del sector ya que, además de ser una fuente de energía renovable que incrementaría el ratio de este tipo de energías en la Comunitat, representan una alternativa a los cultivos tradicionales y además diversifica el uso agrario permitiendo la apertura de nuevos mercados, que pueden aumentar el nivel de renta de los agricultores.

Cultivos idóneos
No obstante, es necesario generar conocimiento sobre qué especies son las que se adaptan mejor a las diferentes condiciones edafoclimáticas (relativas al suelo y al clima) de la Comunitat y garantizan la rentabilidad de los agricultores. De ahí el estudio de la Conselleria, cuyo objetivo general es evaluar el potencial de biomasa de determinados cultivos, tanto herbáceos como leñosos, con fines energéticos. El proyecto está coordinado desde la Conselleria pero en él participan diez cooperativas y empresas de la Comunitat que son las encargadas de realizar las operaciones de cultivo.

En cuanto a las áreas de ensayo, éstas se encuentran distribuidas en las tres provincias de la Comunitat y la superficie total utilizada asciende a 24,5 hectáreas. En la provincia de Castellón (8,3 hectáreas) las áreas de ensayo se encuentran en Castellón, Moncófar, Burriana, Vall d'Uixò y Viver. En la provincia de Valencia, las investigaciones se están realizando en las localidades de Turís, Ayora, Camporrobles y Cuevas de Utiel. Por lo que respecta a la provincia de Alicante, las poblaciones objeto del estudio son Pego y Pilar de la Horadada.

La asignación de cultivos en cada una de las zonas se ha realizado teniendo en cuenta los requerimientos de cada cultivo y criterios científicos. La dimensión de la parcela elemental en todos los diseños experimentales es de alrededor de 600 metros cuadrados en el caso de las parcelas de cultivos herbáceos y de 800 para los cultivos leñosos.