Comunidad de Madrid
Tarjeta inteligente para un viaje ecológico en metro
Los nuevos títulos con chip del suburbano madrileño ahorrarán más de 150.000 kg de papel y otros materiales en los próximos cinco años y un 30 por ciento en los costes de emisión y mantenimiento de los tornos
Desde el martes y durante los próximos cinco años, los diferentes títulos de metro existentes en la Comunidad de Madrid serán sustituidos por tarjetas «sin contacto». La prueba piloto arranca este verano con la distribución de las primeras títulos con chip a los viajeros, de momento sólo de la zona A que lo soliciten, supondrá una serie de ventajas para el medio ambiente, para el usuario y para la entidad emisora.
Hasta 1.600 millones de viajes anuales se realizan al año en la red de metro de la Comunidad de Madrid. Entre abonos mensuales, turísticos, metrobuses de diez viajes, combinados y sencillos un total aproximado de 100 millones de billetes de banda magnética son emitidos al año en la región. Multiplicado por los cinco años que durará la prueba piloto del Consorcio de Transportes, un total de más de 500 millones de soportes convencionales serán sustituidas por los cinco millones de nuevas tarjetas que ya están empezando a ponerse en circulación. Una reducción que también se notará en la generación de residuos, uso de papel y empleo de la maquinaria de los tornos de acceso. Un ahorro total de 158.500 kg de material de fabricación entre papel, emulsión magnética, tintas y, por supuesto, el PVC de los estuches de abonos y resguardos de metrobús.
Por otro lado, la maquinaria necesaria para la lectura de estas nuevas tarjetas es más sencilla. Todo el circuito de poleas, engranajes y motores del interior de los tornos que verifican la validez de los títulos, mientras manda la orden de abrir las compuertas, desaparece. Es decir, los equipos mecánicos son sustituidos por tecnología electrónica, menos sujeta a variaciones de temperatura, humedad y con menos necesidad de mantenimiento. Al sumar el ahorro en maquinaria, más el de la emisión de títulos, «se estima un ahorro en los costes de explotación por cambiar de tecnología de un 30 por ciento», señalan fuentes del Consorcio de Transportes.
Pero las ventajas no acaban ahí. La comodidad y la seguridad aumentan para el usuario. Las nuevas tarjetas permitirán el almacenamiento de la información del pasajero, de tal manera que, en caso de extravío o robo, el título se podrá anular para evitar usos fraudulentos. Además dejará de producirse el borrado de los datos de la banda magnética actual, producido por su entrada en contacto con imán. De momento afectará sólo a los abonos, pero en un futuro permitirá hacer recargas de metrobuses de 10 viajes, tal como anunció Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad, en la presentación pública.
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