Castilla y León

La margarita socialista por Pedro Damián DE DIEGO

La Razón
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El nuevo secretario de Organización del PSOE, Óscar López, tiene en ascuas a su parroquia de Castilla y León, dividida ante las ventajas e inconvenientes de quedarse huérfana o de permanecer arropada por su paternal manto protector.

Lo primero ocurriría si en el congreso regional de abril dejase el cargo de secretario general autonómico, que probablemente conserve hasta entonces. Lo segundo, la continuidad indefinida en Castilla y León, solo sería factible haciendo complicados encajes de bolillos.

Por muchos compromiso que alegue con su tierra, López es un hombre de superestructuras, un agente de la política de altos vuelos y grandes escenografías, encumbrado por Rubalcaba al puesto del PSOE con más resortes después de la secretaría general.

Si renunciase ahora al escaño que tiene en el Senado por elección de las Cortes de Castilla y León, perdería un balcón institucional con unas estupendas vistas a la política nacional, a la vez que estaría mandando el mensaje de que su permanencia en el Parlamento autonómico va a ser efímera y testimonial.

Si, una vez deshojada la margarita acaba marchándose definitivamente a Madrid, cosa que probablemente no se sabrá hoy, el PSOE tiene dos meses para encontrar un nuevo líder autonómico al que bendecir en el congreso de abril. Tiene que buscar dentro de las Cortes y a ser posible dar oportunidades a las mujeres. La mano derecha de López en la portavocía, una profesora preparada y con empuje, puede ser una buena opción.