Política Cultural
Algo huele en Cultura
Si pudiera, en su campaña por recortar el gasto suntuoso, Rodríguez Zapatero acabaría con el Ministerio de Cultura, pero no puede. Ha fraguado una alianza de intereses con el mundo del celuloide, y a ese gremio no puede ser desleal. Primero, prescindió de su asesora en temas de cultura, Marifé Santiago. Guillermo Corral, director general de Industrias Culturales, dejará el departamento para trasladarse, como diplomático que es, a la embajada española en Washington. La ministra le ha pedido que no la deje, pero la dejará. Y en este contexto llega una nueva renuncia: ha sido cesado el director de Gabinete de González-Sinde, Javier Bonilla, un especialista en temas de televisión. Lo sustituirá Daniel Espín, hasta ahora director de Comunicación del Ministerio, que llegó al cargo de la mano de Luis Arroyo, asesor de comunicación que tiene en su cartera de clientes los ministerios de Educación, y Defensa, por supuesto. Algo huele mal en Cultura.
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