Estados Unidos
Pakistán no llora por Ben Laden
Mientras los grupos radicales intentaban ayer aprovechar la muerte de Osama Ben Laden para ganar más popularidad entre la población paquistaní, la respuesta de ésta fue el silencio como rechazo a la figura del líder de Al Qaida.
ISLAMABAD- El principal movimiento islamista de Pakistán, Jamaat -e- Islami, convocó una gran manifestación contra Estados Unidos después del rezo del viernes, pero en Islamabad las marchas fueron desconvocadas.
En la famosa Mezquita Roja, lugar de concentración de las protestas, los feligreses salieron del templo y se marcharon a sus casas. No obstante, en la vecina Rawalpindi, cerca de un centenar de islamistas se concentraron a las puertas del centro de prensa para exigir al Gobierno paquistaní que retirara su apoyo a la guerra contra el terrorismo. Si bien la protesta iba a congregar a más manifestantes, el mal tiempo y la lluvia a raudales deslució la marcha. Un puñado de barbudos vestidos con el tradicional Shelwar Qamis se desgañitaba gritando consignas contra Estados Unidos.
Pesa a que las manifestaciones no han sido masivas en los alrededores de Islamabad, en la conflictiva región de Khiber Pastunkha aglutinaron a más gente. La protesta más grande tuvo lugar en Quetta, capital de Baluchistan, y sede del Consejo de los talibán. Cerca de 2.000 personas, que portaban imágenes del desaparecido terrorista saudí, gritaban «Abajo América». En Baluchistan ha habido movilizaciones para condenar la muerte de Ben Laden a lo largo de la semana. «La guerra santa contra América no se detendrá con la muerte de Osama», afirmó Fazel Mohammad Baraich, un clérigo musulmán que participa en la protesta.
Entre 100 y 200 personas se congregaron en la vecina Rawalpindi, donde se escucharon lemas como «¡Fuera, América, fuera!» y «América es el enemigo y quien sea amigo de América también es nuestro enemigo».
Un lugar que se había mantenido al margen hasta ahora era, precisamente, Abbottabad, la localidad donde el enemigo numero uno de EE UU se refugió al menos durante cinco años.
Pero ayer, algunos vecinos esperaron hasta después del rezo para levantar su voz en contra de la operación estadounidense que acabó con la vida del terrorista más buscado del mundo. No son muchos los vecinos que dicen apoyar a Ben Laden, pero un gran graffiti en un muro en el que se puede leer «Larga vida a Osama» pone de manifiesto que los lugareños tenían cierta simpatía al ex jefe de Al Qaida.
Ayer se revelaron más detalles sobre la operación secreta estadounidense para acabar con Ben Laden. Según el rotativo «The Washington Post», la CIA tenía un piso franco en Abbottabad donde un reducido grupo de espías vigilaron exhaustivamente durante meses los movimientos de la residencia en la que fue asesinado Ben Laden. Esta noticia reafirma la falta de cooperación y coordinación entre los Servicios Secretos estadounidenses y los paquistaníes, al tiempo que alimenta las teorías conspirativas.
El diario estadounidense, que citó una fuente oficial bajo la condición de anonimato, indicó que la vivienda secreta de la CIA fue utilizada como base de operaciones para una de las misiones de inteligencia «más delicadas» de la historia reciente de la agencia de espionaje.
El agente secreto detalló que el grupo tenía una red de informantes oriundos de la misma Pakistán y «otras fuentes» que les ayudó a establecer un patrón sobre las costumbres y las actividades diarias de los habitantes del complejo en el que se ocultaba el líder islamista.
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