Chile

El honor de ser el último

Mientras los periodistas continúan haciendo las quinielas sobre cuál será el orden de salida de los mineros, lo único claro es que el último que abandone el yacimiento será el líder indiscutible del grupo, Luis Urzúa, como han decidido los expertos. Se convertirá así en la persona del mundo que más tiempo ha pasado atrapada a 700 metros bajo tierra.

El honor de ser el último
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Conocido como una persona educada pero de carácter firme, perdió a su padre cuando era niño y ayudó a criar a sus seis hermanos menores. Se educó por esfuerzo propio y, según los que han trabajado bajo sus órdenes, es un jefe al que nunca nadie le ha escuchado proferir una palabrota.

Desde el principio, fue el encargado de racionalizar los alimentos y de la primera organización de turnos en el subsuelo. Y es que a Urzúa no le eran lejana las desgracias. Estuvo en el incendio de la mina Carola en enero de 2006, cuando murieron tres mineros tras la explosión de un camión en la bocamina.

Urzúa, apodado «Don Lucho», fue el primero en hablar por teléfono con el ministro Golborne, tras ser hallado con vida el pasado 23 de agosto. «Estamos bien, esperando que usted nos rescate», le dijo Urzúa en aquella ocasión, con absoluta tranquilidad.

Las autoridades destacan que, a sus 54 años, fue quien debió imponer disciplina en el grupo de los 33 mineros. De hecho fue él que «puso orden» y devolvió el equilibrio a la vida en el refugio cuando un pequeño grupo de los hombres atrapados, pertenecientes a una subcontrata, intentó hace semanas iniciar una salida por su cuenta y riesgo del yacimiento. Una insurrección apaciguada finalmente por Urzúa.

Según relatan las mismas fuentes, fue este hombre quien impuso una suerte de disciplina militar, impidiendo innecesarios asomos de rebeldía, como otra ocasión en la que algunos mineros se quejaron por la supuesta censura que el Gobierno estaba aplicando a las misivas que les enviaban sus familiares, y como en su tiempo reconocieron los parientes de Víctor Vargas y el boliviano Carlos Mamani.

Su carácter es de temer y su talento para el mando le ha hecho atraer la atención de los medios de comunicación por encima de otros de sus compañeros de tragedia –salvando el caso de Mario Sepúlveda, reportero oficial de «la guarida» en el subsuelo–. Incluso, recuerda un miembro del equipo de rescate, una vez Luis Urzúa le dijo al psicólogo Iturra que redujera el tiempo de las entrevistas psicológicas. «Aquí abajo tenemos mucho trabajo que hacer», le espetó al profesional.

Por otro lado, José Villarroel, el padre de Richard –uno de los supuestos rebeldes–, niega cualquier enfrentamiento entre su hijo y los demás hombres y que él y otros compañeros atrapados hayan estado aislados del resto del grupo. Sin embargo, menciona un detalle: Richard no quiso aparecer en las primeras imágenes emitidas porque le molestaba «lo figurines» que eran los demás. Pocos después, dice Villarroel, varios familiares enviaron cámaras hasta el fondo de la mina, pero algunos plantearon su rechazo –Richard, entre otros– y éstas fueron finalmente devueltas a la superficie tal como habían llegado. Pero, disputas aparte, todo indica que este topógrafo, descendiente de vascos, está llamado a ser el nuevo héroe de Chile.