Barcelona
Mascarell se alinea con el soberanismo y apadrina la consulta de Barcelona
En un plazo inferior a seis meses, el consejero de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, ha realizado un viaje ideológico a una velocidad casi supersónica. El pasado verano, Mascarell barruntaba la idea de convertirse en el alcaldable de Barcelona del PSC, pero tras las elecciones autonómicas recibió la oferta de Artur Mas para ser el titular de Cultura
Mascarell aceptó y el PSC le exigió, entre abucheos, que devolviera el carnet del partido. Dijo que no se haría militante de CDC, pero su desplazamiento hacia postulados soberanistas es tan evidente que ha querido apoyar la consulta sobre la independencia de Cataluña que se celebrará en Barcelona el próximo 10 de abril.
Mascarell es una de las 100 personalidades catalanas que han clamado a favor de esta consulta en un acto para impulsar la cita y evitar que pinche (algo muy habitual en referendos anteriores). Mascarell no es el primer consejero de la Generalitat que se significa a favor de la celebración de esta consulta. El consejero de Interior, Felip Puig, ya participó en el referéndum que se organizó en su municipio, Vallromanes (Barcelona), aunque por entonces CiU no gobernaba la Generalitat.
El tema de las consultas causa confusión en el Ejecutivo de Artur Mas, sobre todo al propio presidente de la Generalitat. La postura oficial del gobierno catalán es que los consejeros tienen libertad para posicionarse ante una iniciativa que no emana de los poderes públicos sino de la sociedad civil. Destacados dirigentes de Convergència la han apoyado activamente, pero el Ejecutivo catalán no tiene la intención de abanderarla. Su hoja de ruta es impulsar «la transición catalana hacia el derecho a decidir», un plan destinado a elevar las cotas de soberanía de Cataluña sin llegar a fundirse con la autodeterminación.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, admite tener un dilema y no sabe qué hacer. Varias veces ha dicho que, llegada la ocasión, votaría a favor de la independencia, pero también ha subrayado que no será él quien conduzca a Cataluña hacia la división interna.
En cualquier caso, la Generalitat tampoco quiere dar la espalda al proceso de consultas sobre la independencia y, por eso, ha decididido ceder urnas a los organizadores de estas consultas. En un principio, la vicepresidenta catalana, Joana Ortega, se oponía, pero los servicios jurídicos de la Generalitat determinaron que no había ninguna norma que lo prohibiese.
La agenda independentista
La consulta del 10 de abril es sólo uno de los elementos que está agitando el debate independentista. Pero si alguien está dedicando todos sus esfuerzosa promover la ruptura de Cataluña con el resto de España ése es el partido de Joan Laporta, Solididaritat Catalana que, después de conseguir que la Mesa del Parlament, admitiera a trámite una proposición para declarar la independencia , ayer volvió a la carga.
Solidaritat presentó en el Parlament una proposición para que Cataluña pueda convocar consultas obre cualquier tema sin la autorización del Gobierno. La actual ley, aprobada la pasada Legislatura por el tripartito, exige el permiso del Estado. CiU la rechazó.
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