Galicia

Blanco se postula para liderar el PSdeG y sus militantes le abuchean

Pachi Vázquez se despide con la promesa de no ser un «obstáculo»

Muchos de los presentes en el Comité Nacional del PSdeG interpretaron el discurso de Blanco como de «precandidato»
Muchos de los presentes en el Comité Nacional del PSdeG interpretaron el discurso de Blanco como de «precandidato»larazon

Madrid- El Comité Nacional que el PSdeG celebró ayer se saldó con numerosas peticiones de «asunción de responsabilidad» al secretario general, Pachi Vázquez, entre las que un grupo menor, capitaneado por los más próximos a Emilio Pérez Touriño, fue un paso más allá al exigir la constitución de una gestora que se haga cargo del partido hasta el congreso del año próximo. Precisamente la fecha del cónclave, según distintas fuentes del partido consultadas por Europa Press, centró buena parte de las intervenciones, siendo «generalizada» la petición de que la actual dirección se renueve a lo largo del primer trimestre de 2013. Otra de las cuestiones más solicitadas en el centenar de intervenciones que se materializó –un total de 122 militantes pidió la palabra, pero una veintena rechazó después intervenir dada la hora– fue la elección del próximo secretario general en un congreso abierto a la totalidad de los afiliados, dejando así de lado la tradicional elección a través de un sistema de delegados.

Al margen de las reflexiones en voz alta sobre la importancia de acometer «cambios profundos» tanto a nivel de «personas» como de «ideas» tras la pérdida de 224.000 votos, lo que quedó de manifiesto en este Comité Nacional es la fractura en el partido. De hecho, no faltó quien afeara a Pachi Vázquez que gestionase la formación de forma «feudal» o como si fuese «su finca particular» y, por ello, recibió las críticas de otros compañeros, atribuyendo el descontento de algunos afiliados a que «fueron excluidos de las listas». Otro que llegó a ser «abucheado» fue el exdirigente socialista José Blanco, quien pidió «renovar el partido» y «abrir un nuevo ciclo», en un discurso que algunos interpretaron como «de semicandidato». Su queja sobre la «falta de democracia interna» le valió también una dura réplica por parte de la secretaria de Organización socialista en la provincia ourensana, María Quintas, quien rechazó sus «lecciones», y la sorna del exdelegado del Gobierno en Galicia Miguel Cortizo, que vinculó los pocos aplausos que recibió el exministro a que «ya no tiene poder» en el partido.

Entre peleas de unos y de otros se encontraba el hasta ayer líder del PSOE gallego, Pachi Vázquez, que se despidió con un discurso en el que prometió que «nunca» será «un problema» para su formación ni constituirá «un obstáculo para el cambio y la renovación» que deberá acometer su partido. «Las personas pasamos a ser elementos completamente irrelevantes y yo, donde esté, voy a trabajar para ayudar a quien asuma el partido con lealtad, disciplina y compromiso de trabajo», recalcó.