IVA

Sospechosos habituales

La Razón
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Estos días el sistema sanitario ha sido decretado «sospecho habitual» en el «crimen» del déficit autonómico. No es más que la aplicación a la vida real del famoso: «¡Detengan a los sospechosos habituales!» que clamaba el inspector francés en «Casablanca» después de la muerte del capitán nazi.
Al superar la superficialidad, se comprueba que no es en el gasto sanitario sino la grave caída de los ingresos (especialmente, los de la actividad constructora) donde radica el origen del grave crecimiento del déficit. Responsabilizarle es una equivocación, pero actuar como si lo fuera aún más. Ya que comportará diversas consecuencias, a cual más preocupante: recortar unas prestaciones públicas básicas para la salud y, por ende, la cohesión social; dejar de abordar el verdadero problema; y a la vez amputar un sector con un gran potencial económico, el de las ciencias de la salud, y ocupacional, que ha creado empleo, incluso durante la crisis.
El verdadero culpable del desequilibrio de las cuentas públicas es la baja actividad económica junto con la necesidad del cambio de modelo. Resolver esos problemas es más lento, laborioso y complicado, por eso se opta por lo más fácil, detener a los sospechosos habituales.