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El mundo de la Cultura cada vez más interesado en el cambio

La Razón
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A falta de una semana para el 20-N, los diferentes sectores del mundo de la cultura no han perdido el tiempo. Sus representantes han mantenido contactos con miembros del Partido Popular con un objetivo claro: conocer de primera mano las líneas generales de su proyecto. En el mundo del cine, por ejemplo, Mariano Rajoy ya visitó la Academia cuando Álex de la Iglesia dirigía la institución. Ahora las reuniones se han incrementado. «En general se muestran muy dialogantes. A lo largo del último año y medio ha sido como una lluvia fina que se ha ido articulando en forma de reuniones más o menos frecuentes», aseguran quienes han partipado en ellas.

La idea que se quiere transmitir es la de que «no se va a utilizar la cultura como un arma política que se impone idelológicamente. La idea es potenciar el caracter de España como industrial cultural, un hecho que siempre ha sido utilizado por la izquierda contra el Partido Popular. Se quiere seguir el ejemplo de las comunidades autónomas en las que gobierna el PP y que se han situado a la vanguardia de la cultura», aseguran. El mundo del arte se ha mostrado también «muy receptivo y su acogida ha sido bastante positiva»; no en vano, la Ley de Mecenazgo (que no es patrimonio de este sector, pero que sí se ha convertido en una reclamación permanente por quienes trabajan en él) es el gran estandarte que esgrime el PP, una de sus prioridades culturales, por no decir la fundamental. Con respecto al Código de Buenas Prácticas, todo apunta a que se mantendrá y «no se va a desarmar con el objeto de huir de nombramientos de profesionales cuyo pensamiento coincide con el partido de turno y práctica habitual en épocas anteriores». Una frase resume cómo ha sido la actitud del mundo de la cultura: «No puede ser mejor, más abierta, respetuosa y alentadora».