Cataluña

Calendario final

La Razón
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Una Legislatura agotada. Diga lo que diga el presidente Zapatero, quien, contra viento y marea, piensa seguir aferrado al poder. Es la suya una frase incondicional: «Como sea». Y así se propone hacerlo, por encima de coyunturas económicas y políticas. En su papel de gran sacrificado del país, inmolado ante la adversidad, Zapatero mantiene aún la esperanza de remontar el vuelo.

Ni sus «barones» críticos, ante un previsible descalabro electoral en mayo, harán temblar su decisión. Que, tal vez, no es la de apartarse, como casi todo el mundo piensa, sino la de repetir como candidato.

En su maquiavélico fuero interno, Zapatero cree que a Mariano Rajoy le quedan duras piedras en el camino. Hete ahí la decisión de Paco Cascos, el gran «pata negra», todopoderoso ex secretario general, forjador de la estructura del partido, da un portazo y se larga.

Era, para Rajoy, un difícil dilema. Si aceptaba la candidatura de FAC, el Partido Popular asturiano se partía en dos mitades. Y si hacía lo contrario, el «ala dura» también se iba. En su filosofía gallega, pesaron argumentos racionales. El voto joven y el elector moderado que suma, más que resta, inclinaron la balanza. Como en Cataluña, Rajoy intenta en su apuesta asturiana lo que tan bien le ha salido con Alicia Sánchez-Camacho.

Se abre un año decisivo para los dos titanes en duelo. Rodríguez Zapatero afronta su continuidad en el poder. Rajoy, la llave de alcanzarlo. En política, un año abarca una eternidad. El calendario que se avecina es de final, y de principio, para uno y otro.