Reflexión para Rato por Gonzalo Alonso

Todos sabemos que estamos en crisis y, por si no lo supiésemos, el Gobierno se ha encargado de recordárnoslo recortando lo que todos los meses nos llega al bolsillo. También sabemos de los problemas que afronta Bankia y, en consecuencia, la Fundación Caja Madrid. Sin embargo creo que Rodrigo Rato, persona no sólo inteligente sino sensible y amante de la música, no puede haber declarado lo que me cuentan que ha declarado: «Con la que está cayendo no estamos para músicas». El comentario no merecería mayor atención si no fuese seguido de la posible intención de cancelar casi toda la actividad musical de una fundación que viene prestando un gran servicio a este arte por bastante poco dinero.

En coproducción con Patrimonio Nacional, la Fundación ha hecho realidad a lo largo de dieciséis años la recuperación y difusión de gran parte de nuestro patrimonio musical. La razón de ser de los «Siglos de Oro» es difundir una vasta y olvidada parte de nuestra cultura musical, llevándola a los espacios y ámbitos para los que fue concebida originalmente. Hace ya veinte años que su «Liceo de Cámara» nos trae lo mejor de esta forma musical. Su ciclo «Música de hoy» va ya por la decimosexta edición. Hace unos veinte años consideré que Madrid podía tener el mejor ciclo de lied del mundo con pocos fondos y convencí a Alfredo Tejero, entonces responsable de la Fundación, y a Antonio Moral para su realización. Lleva ya dieciocho y apenas le supone a la entidad un desembolso de sesenta mil euros anuales. Y, ¿qué decir del proyecto pedagógico centrado en los jóvenes de seis a dieciséis años? Pero, como en todo, también en estos programas existe lo fútil y así puede calificarse el «concierto del ahorro» y, quizá, el ciclo sinfónico.

Estoy convencido de que, antes de tomar una decisión de tanta trascendencia como borrar de un plumazo todo ello, el presidente de Bankia, como buen gestor que es, tendrá en la mano todos los datos económicos y los beneficios culturales y de imagen que estas actividades reportan a su entidad. Él sabe muy bien que estas rentabilidades son muy superiores a las que reportan alguno de otros patrocinios musicales que suponen más fondos aisladamente que todo lo citado en su conjunto. Bien merece un rato de reflexión del presidente de Bankia.