Chupetes que pueden ahogar a un bebé

Muchos padres han sentido la alarma al saber que el Ministerio de Sanidad y Política Social ha retirado esta semana del mercado 19 modelos de cadenas de chupetes debido al riesgo que entrañaban de asfixia o de que el niño sufriera cierto tipo de lesiones. El motivo, que no fueron fabricados según la normativa europea.Lo esencialLos chupetes están diseñados para ser utilizados por los lactantes durante largos periodos de tiempo, por lo que es importante evitar cualquier posibilidad de mal uso o accidente. Con este fin, están sometidos a una serie de controles definidos en normativas, tanto nacionales como europeas, elaboradas para garantizar una correcta fabricación y su buen uso. A pesar de todas estas cautelas es habitual que surja la alarma y no siempre sabemos qué chupete comprar o qué precauciones podemos adoptar desde casa.En primer lugar, el chupete debe asegurar el desarrollo natural del paladar, dientes y encías del recién nacido, y tiene que ser inerte; que no desprenda ninguna de sus piezas con el riesgo de obstrucción de las vías respiratorias. En cuanto al material, deben estar fabricados con materiales no tóxicos y esterilizables. Los de caucho (látex) son adecuados cuando la dentición ha comenzado, ya que es una goma natural muy flexible y resistente. Por su parte los de silicona son mejores antes de la dentición al ser un material más duro, más fácil de limpiar y se desgasta menos. Puede ser de varias formas, según las preferencias del neonato. Así, si recibe lactancia artificial, el niño suele preferir el mismo tipo de tetina que la utilizada para tal fin. Sea cual sea la forma de la tetina, debe ocupar el menor espacio posible, para que la distancia intermaxilar que permita sea mínima y evitar así la presión en el paladar. En cuanto al tamaño, existen tetinas mínimas para bebés prematuros, hasta de tipo cereza para los de más edad.Según las piezasEn general, se usan más los de varias piezas por ser más estéticos, pese a que son más recomendables los de una sola, ya que son más fáciles de limpiar y hay menos riesgo de accidentes por desprendimiento de alguna pieza. Es recomendable hacer caso a los pediatras y profesionales sanitarios tanto para la elección como para seguir una serie de consejos. Así, es conveniente esperar que la lactancia materna esté establecida para iniciar su uso y comenzar a retirarse a partir de los 8 meses para suprimirlo alrededor del año. Además, no es bueno utilizarlo de consuelo siempre que el niño llore. No debemos olvidar tampoco esterilizarlo periódicamente y renovarlo cuando la tetina se deforma, el material está pegajoso o aparece alguna grieta. Tampoco es bueno impregnarlos con sustancias dulces, ya que ello favorece la aparición de caries. Si se utilizan cadenas hay que elegir las que cumplen la normativa vigente, ya que aquellas que no la cumplen pueden provocar accidentes, por ejemplo que las argollas se abran de forma que el bebé se las pueda tragar o clavar o incluso que sean de una longitud mayor de la establecida y puedan enrollarse en el cuello del bebé con el riesgo de asfixia.