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Muere el dictador atómico

Kim Jong Il hundió a Corea del Norte en la miseria bajo un férreo control para lograr el poder nuclear

El dictador comunista de Corea del Norte, Kim Jong-Il
El dictador comunista de Corea del Norte, Kim Jong-Illarazon

La noticia fue recibida ayer a media mañana por obreros que trabajan sin electricidad desde hace años, por campesinos que labran tierras heladas con herramientas medievales, por niños que aprenden a escribir a diez grados bajo cero, por soldados que desfilan hambrientos con fusiles oxidados y por oficinistas aburridos de redactar propaganda en sus grises ministerios.

Los cerca de 22 millones de habitantes de Corea del Norte, un país autárquico y arruinado, fueron informados de la muerte de su «Auerido líder» con más de 48 horas de retraso sobre la hora del deceso. Al menos oficialmente, el «Sol del Siglo XXI», Kim Jong Il, murió el sábado 17 de diciembre a las 8:30 horas de la mañana. En un avance informativo de varios folios, la agencia estatal KNCA se encargó de despedir al «gran maestro de la política, ilustradocomandante nacido en el Cielo, quien honorablemente defendió los triunfos del socialismo (…)». Y por si alguien cometía la osadía de olvidarlo, se recordó cómo bajo su mandato «la República Popular de Corea se ha convertido en un poder político e ideológico en el cual hay una única forma de pensar que ha hecho emerger un Estado con armas nucleares y un poder militar invencible al que ningún enemigo osará nunca a provocar».

Kim Jong Il, se continuó informando, había muerto de «agotamiento» en el tren con el que recorría incansablemente el país para inspeccionar de cerca los esfuerzos de su glorioso pueblo. En la televisión estatal, la única que existe, una presentadora de luto leía su guión frente a la cámara exagerando visiblemente su propensión al llanto. En las calles, la población lucía más visible que nunca el pin con el retrato del «Gran líder» que cada ciudadano lleva prendido en la solapa para demostrar su adhesión incondicional al régimen. El que seguramente es el totalitarismo más alienante y oscurantista de cuantos quedan en pie ha perdido a su primer espada. Después de 17 años de Gobierno, la excéntrica figura de Kim Jong Il desaparece de la escena internacional dejando a su paso el mismo humo propagandístico que enturbió cada aspecto de su vida. ¿Qué credibilidad puede tener una biografía que miente sobre la fecha y lugar de nacimiento? Mientras la hagiografía oficial fecha el parto el 16 de febrero de 1942 nada menos que en el monte sagrado de Paektu, una partida de nacimiento encontrada en Rusia aseguraría que vino al mundo dos años después en la ciudad soviética de Wyatsku, donde su familia se refugió durante la Segunda Guerra Mundial.

Aceptando como cierta su edad oficial, Kim Jong Il tenía 69 años cuando falleció el sábado. La autopsia a la que hace referencia la propaganda habla de un ataque al corazón, pero la prensa de Seúl empieza a especular ya con otras hipótesis: una enfermedad crónica, un asesinato por envenenamiento, e incluso un disparo a sangre fría a manos de altos cargos militares, hartos de sus extravagancias.

No sabremos con certeza qué pasó realmente, al menos por el momento, como no sabemos casi nada de lo que ocurre en las alcobas de la primera dinastía comunista del planeta. Todo lo que se publica como cierto sobre la corte del país ermitaño son hipótesis, chivatazos por confirmar, rumores recogidos por fuentes de los Servicios Secretos que siempre resultan «anónimas» y testimonios de las tres o cuatro personas que, tras abandonar el círculo íntimo de Kim Jong Il, osaron hablar de ello. Lo que es indiscutible es el estado calamitoso al que ha reducido reducido su país, convirtiendo la férrea (aunque a rachas eficaz) dictadura de corte estalinista que heredó de su padre, Kim Il Sung, en una suerte de feudalismo con armas atómicas.

El régimen, con todo, ha sobrevivido a su mandato y parece seguir dominando las voluntades de la población norcoreana, completamente aislada del resto del mundo. Aunque el terreno perdido es mucho, afirman los expertos. No hay más que tirar de videoteca y comparar la histeria colectiva que se desató en el país tras la muerte de su padre en 1994 con los llantos, mucho más contenidos y artificiales, que protagonizaron ayer las miles de plañideras que se postraron frente a las estatuas y retratos gigantes del fallecido. Grabadas por la televisión estatal en Pyongyang, muchas se daban cabezazos contra el suelo y se retorcían de dolor con la cara enjuagada de lágrimas. «¿Cómo puede ser el cielo tan cruel? ¡Por favor vuelve, general! No podemos creer que te hayas ido», gritaba desconsolada una hermosa jovencita.

De entre los muchos misterios que esconde el país más hermético del mundo quizá el más inquietante es el de sus gentes. ¿Qué hay dentro de la cabeza de los norcoreanos? ¿Son fanáticos convencidos de vivir en el paraíso que pinta la propaganda o cultivan dudas que nadie se atreve a exponer por puro miedo? Quizá la muerte del «Gran líder» contribuya a resolver el enigma.


PERFIL
La hora del «pequeño príncipe rojo»

Kim Jong Un, el hijo pequeño del dictador, ha pasado de ser un total desconocido en su propio país a convertirse en el «Gran Sucesor» oficial de la extravagante dinastía comunista del norte. A sus menos de 30 años y sin apenas experiencia, pasará a tomar las riendas de un país con armas nucleares y con problemas para alimentar a su población. Además de la rechoncha figura que luce en las pocas fotos disponibles, se dice que estudió en Europa y que su padre lo eligió por su carácter ambicioso.


Una dinastía comunista, vestigio de la guerra fría
AÑO 1941: Nace el «Amado líder»
El «Amado líder», «líder supremo», «nuestro padre», «el general» o el «generalísimo» nace en Siberia en 1941, aunque su biografía no responde a la realidad. Kim Jong Il posa en la imagen junto a su padre y su hermana Kim Kyong Hui.

JULIO DE 1994: Primera transición
En la imagen de 1983, el fundador de Corea del Norte celebra junto a su hijo Kim la fundación del Partido Comunista. En 1994, Kim Il Sung, el «Gran líder» fallece de un ataque al corazón a los 82 años y comienza la sucesión de la dinastía comunista.

1996-1998: Asume todo el poder
En los noventa, Pyongyang anuncia que rechaza el armisticio de 1953. En octubre de 1997, Kim Jong Il es elegido secretario general del Partido de los Trabajadores. Un año después, asume todos los poderes.

MAYO DE 2000: La influencia china
Kim visita China, su aliado más cercano, por primera vez desde que asumió el liderazgo de Corea del Norte.En julio, se produce un histórico encuentro, el primero en ocho años entre dos delegaciones de las dos Coreas.

2007: Estatus nuclear
Las dos Coreas, EE UU, Rusia, Japón y China firman un acuerdo para el cierre de las instalaciones nucleares de Corea del Norte a cambio de ayuda energética y económica. Clinton, enviado por Obama, visitó Pyongyang en agosto de 2009.

AGOSTO 2008: Embolia cerebral
En 2008, sufrió una apoplejía tras lo cual nombra a su hijo como sucesor y reduce sus apariciones públicas. Una de las últimas fue en agosto de 2011 durante un viaje a Rusia en su lujoso tren, en el que moriría el pasado sábado.