Egipto
José Miguel Parra: «No hay nada mágico en las pirámides»
Con firma propia. Profesión: egiptólogo, doctor en Historia Antigua, participa en excavaciones en la orilla occidental de Luxor. Nació: en 1968, en Madrid. Por qué está aquí: por su ensayo «La Historia empieza en Egipto». (La Esfera de los Libros).
–«La historia empieza en Egipto». ¿Y cómo cree que va a terminar?
–Como dijo Einstein, no sé cómo será la tercera guerra mundial, pero la cuarta será con palos y piedras.
–Subtítulo: «Eso ya existía en tiempos de los faraones». Por ejemplo, la seguridad social...
–Había algo parecido, pero no para todos: sólo para los que trabajaban en las pirámides, que eran los privilegiados.
–Se tiene la idea de que fueron esclavos a los que azotaban...
–No, era gente que hacía su trabajo y cobraba por ello. Como no había dinero hace 5.000 años, cobraban en cerveza, trigo y raciones de carne.
–Gozaban de permisos de paternidad...
–Hay un texto de una obra en el que aparece algo así: «Fulanito de tal, no está. Tres días de permiso. Su mujer, de parto».
–Había igualdad jurídica de hombres y mujeres...
–Es innegable. Incluso había, como ahora, violencia doméstica.
–Pero no estaba autorizado el matrimonio gay...
–No les gustaba. Los egipcios veían mal no tener hijos: creían que si no los tenían se quedarían sin comer en el Más Allá.
–Sufrían estrés como nosotros ahora...
–Sí, es algo que se ha descubierto en alguna momia con aterosclerosis.
–Ellos también vivieron el boom de la construcción...
–Les duró mil años. Luego la burbuja estalló. Volvieron a construir pirámides 150 años después, pero de peor calidad, con ladrillo en vez de piedra.
–No me diga que conocieron una crisis económica aguda...
–Sí, hubo una crisis: el Estado central desapareció y se crearon muchos estados pequeños.
–Eso me suena. Y también había bastante corrupción, ¿no?
–Sí, tráfico de información privilegiada, sobornos a funcionarios, derroche...
–Hay todo un mundo de esoterismo alrededor de las pirámides. ¿Por qué?
–Eso vende. No hay nada esotérico ni mágico en las pirámides. Sí un misterio: cómo las construyeron. Se intuye, pero no tenemos datos ciertos.
–¿Y qué me dice de la maldición de la momia, la de Tutankamón, por ejemplo?
–Pura superstición. Los que la descubrieron se murieron de viejos, por causas naturales. No hay que temer a las momias, sí respetarlas.
–No sé si estarán de acuerdo los del 15-M...
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