Enseñanza no subirá el sueldo a los directores que se profesionalicen

BARCELONA– Las incógnitas sobre cómo será la «excelencia» en la dirección educativa comienzan a despejarse. Si bien la consellera Irene Rigau adelantó el martes que los 2.517 directores que hay en el sistema tendrán que profesionalizar su trabajo antes de 2020, una resolución del Diari Oficial de la Generalitat (Dogc) ya establece los requisitos para lograr la acreditación. Los futuros directores tendrán que acreditar una experiencia mínima en la dirección de un centro de cuatro años con buenos resultados y una evaluación positiva, superar una entrevista y un examen, así como idear un proyecto de centro que tendrán que defender ante un tribunal educativo. Todo, sin ver crecer su sueldo.

Aunque con la llegada de la Ley de Educación, la Asociación de directivos de la educación pública Axia llegó a pedir un aumento de salario de un 23 por ciento y aumentar diferencias con los docentes en un 40 por ciento, Enseñanza lo tiene claro: «los directores ya están incluidos en un franja alta en sus salarios, en ningún caso habrá un incremento», indicaron fuentes del departamento.

Autoridad pública
Según la convocatoria, que establece los requisitos para los 80 directores que lograrán el título este año, «la posesión de la acreditación de directivo profesional no tendrá ninguna repercusión económica para el aspirante seleccionado», aunque, y gracias a los artículos 38.2 y 42.3 del Decreto de Direcciones de la Ley de Educación (LEC), tendrán los méritos necesarios para conseguir los aumentos salariales previstos. Por cada cuatro años que ocupen el cargo consolidarán el plus de dirección: 15 por ciento más al final del cuarto año, el 35 por ciento al final del octavo, el 55 por ciento, del duodécimo y del 75 por ciento a los 16 años. Antes de la LEC sólo se cobraba el complemento de dirección cuando se abandonaba el cargo.

Entre los cambios previstos, pasarán a ser autoridad pública pero también se jugarán su puesto de trabajo en la evaluación que el centro vivirá cada cuatro años. También se abre la veda a que los directores estén capacitados para imponer sanciones leves a docentes, decidir plantillas u alquilar los espacios del centro para la autofinanciación. La agencia de evaluación valorará si ha cumplido con los objetivos iniciales, como el éxito escolar de sus alumnos. Los recursos extra que la administración aporte al centro (como complementos para docentes) también se jugarán en la evaluación.

Los directores catalanes se muestran «satisfechos» con la convocatoria. «Nos estamos acercando a una demanda por la que llevábamos clamando hace años, la conselleria cumple con el despliegue de la LEC y con lo pactado», defendió el presidente de Axia, Jaume Prat.

Profesionalizar a las direcciones es uno de los tres decretos clave de la LEC, junto al de autonomía de centros y evaluación educativa. Pese a su vital importancia en la gestión educativa, no está siendo un proceso fácil. El decreto que regula al nuevo puesto se aprobó el 8 de noviembre de 2010, y se ganó la oposición sindical. En diciembre de 2010, el TSJC admitió a trámite un recurso de Ustec, el sindicato mayoritario de la pública, en contra de la nueva normativa. «La evaluación sería positiva si no estuviera ligada a la promoción docente ni al ránquing de centros, sino a proporcionar datos para reflexionar sobre lo que va bien y mal», admiten desde el sindicato.
La maquinaria para que los 80 primeros directores profesionales comiencen a trabajar está en marcha. Las solicitudes se podrán presentar hasta el 5 de marzo y antes del 25 de mayo se conocerán los candidatos seleccionados.

Formados en la función pública
Enseñanza y la Escuela de la Administración Pública ya han puesto en marcha la segunda promoción del curso de formación en dirección escolar. En la primera edición, se presentaron 1.015 alumnos al proceso de selección. Finalmente aprobaron 175 y 88 de ellos ya forman parte de equipos directivos. En esta segunda edición se han presentado 383 alumnos y han sido seleccionados 90. En este curso, los aspirantes a director estudian gestión pedagógica, normativa de centros y recursos humanos, así como derecho laboral. Es el primer paso para que los futuros directores, después, puedan acreditar su puesto y profesionalizarse.