Comunidad de Madrid

«Esta fiesta la pagan los jóvenes»

Además de autofinanciar la JMJ, los peregrinos sacarán adelante dos proyectos de Cáritas

Ana, voluntaria con el polo oficial de la JMJ, observa los avances del escenario papal en la plaza de Cibeles
Ana, voluntaria con el polo oficial de la JMJ, observa los avances del escenario papal en la plaza de Cibeleslarazon

MADRID- Quien pueda pensar que la Jornada Mundial de la Juventud es un mero encuentro de peregrinos cristianos con el Papa, se queda corto. Además de fiesta, es compromiso. Y no sólo por los más de 30.000 voluntarios que se dejarán la piel de Cibeles a Cuatro Vientos, sino porque cada uno de los jóvenes que se han inscritos en la JMJ–ya van por 416.500 con los italianos a la cabeza– contribuyen con su matrícula aportando unos 10 euros a un Fondo de Solidaridad que va a permitir que puedan venir a Madrid coetáneos suyos de países en conflicto o con serias dificultades económicas.

Pero además, durante la JMJ, a través de donaciones mediante SMS y aportaciones bancarias, se busca sacar adelante dos proyectos de Caritas, la ONG de la Iglesia que trabaja codo con codo con aquellos que más lo necesitan dentro y fuera de nuestro país. En concreto, en Madrid está proyectado un centro residencial para familias en riesgo de exclusión social. El edificio contará con 127 viviendas, su presupuesto ronda los seis millones de euros y ya está presentada la licencia de obra. «La situación económica en los últimos años ha puesto el peligro el proyecto comunitario de muchas familias», apuntó ayer Javier Hernando, coordinador general de Cáritas Madrid, que explicó que esta iniciativa busca favorecer la autonomía de estas familias y «preparar su incorporación a un hogar estable».

«Hemos querido ofrecer un signo, hacer vida lo que celebramos en la JMJ con acciones concretas», comentó antes de dar paso a Marisa Salazar, responsable de Comunicación Internacional de Cáritas, que presentó el proyecto que los jóvenes financiarán en Brasil, que busca crear oportunidades para aquellos de su generación que más sufren la pobreza y la violencia en las zonas más deprimidas del país. «La Iglesia y el Gobierno brasileño están apostando por dar herramientas a los jóvenes para que sean los protagonistas de su futuro», justificó Salazar que adelantó que el presupuesto de este plan integral dependerá de la aportación de los peregrinos.

«Estos proyectos no son la guinda del pastel. La JMJ, como lugar de encuentro con Cristo, estaría coja si no ponemos de manifiesto que una parte de la fe cristiana está incompleta si no te comprometes con la realidad ni intentas arreglarla», subrayó después en rueda de prensa Yago de la Cierva, director ejecutivo de la JMJ, que insistió en que «esta fiesta la pagan los jóvenes, no hay dinero público en este encuentro», esto es, coste cero es el que supone para los contribuyentes pues son los propios peregrinos a través de las inscripciones y las donaciones privadas –desde la aportación de un feligrés de una parroquia al Banco Santander– quienes sacan adelante esta cita que hará que Madrid no se quede vacía en agosto. «Invito a quien quiera a que se una a nuestro equipo si son capaces de abaratar costes y ser más austeros de lo que lo estamos siendo ya», dejó caer sobre los 50 millones de euros que se están invirtiendo para poner en marcha el engranaje de este acontecimiento.

Ayuda entre la crisis
Y aunque matizó que «no organizamos la JMJ para traer dinero a la economía española», lo cierto es que la presencia de este millón y medio de peregrinos deje en todo el país unos 100 millones de beneficios, como reconoció ayer el consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid, Percival Manglano, que destacó también ayer que este evento tiene «una importancia altísima» para los creyentes católicos y «supondrá un acontecimiento histórico en la vida de muchos madrileños».

«Va a ser bueno para la economía madrileña y para la economía española», añadió, para después apuntar que «en tiempos de crisis van a ser muy bienvenidos». Muestra de ello es que el portal de alquiler de alojamientos de referencia en Europa Homelidays ha informado de que, en comparación a agosto del año pasado, han aumentado un 143% las peticiones de alquiler en la capital.

«Aun así, que haya gente que no le guste el mensaje de Benedicto XVI, es respetable», comentó sobre las manifestaciones «anti Papa» que preparan sectores laicistas, así como las críticas generadas dentro del movimiento 15-M. « La Jornada Mundial de la Juventud no entra en conflicto con el 15-M para nada. Madrid es enorme y, si hay manifestaciones, hay sitio para todos. Nosotros simplemente queremos dar la mejor versión de España», comentó.

¿Y si se generara algún incidente? «Todo lo que se refiere al orden público no depende de nosotros y así nos lo han manifestado las autoridades. No entramos ni salimos en las decisiones de las Administraciones locales y nacionales», explicó sobre el reciente desalojo de los «indignados».


La JMJ 2.0, a todo gas
Antonio Gallo, director de redes sociales de la JMJ, presentó ayer las principales iniciativas para la tercera semana de agosto en lo que a internet se refiere, entre las que destacan el Bus 2.0 en el que 60 voluntarios de diferentes países twittearán en directo el encuentro en 20 idiomas y el iCat, un encuentro de especialistas «que permitirá abrir el debate sobre nuestra participación en las redes». A esto hay que unir a los 80 voluntarios que ya hoy mantienen toda esta plataforma. «La JMJ nunca duerme», apuntó.