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Los jóvenes más pobres
Se disparan los hogares en situación de exclusión social y los españoles «sin techo»
MADRID- La brecha entre los españoles más ricos y los más pobres ha aumentado cada año desde el comienzo de la crisis. Así, como indicó ayer Sebastián Mora, secretario general de Cáritas, «la pobreza es más intensa, crónica y está más extendida». Sus palabras reflejan los datos que presentó ayer la ONG de la Iglesia católica en su informe «Exclusión y desarrollo social 2012», elaborado en colaboración con la Fundación FOESSA.
Esta polarización de la sociedad española es el resultado de un largo período de crisis que «pone en riesgo la cohesión social y produce un repliegue del estado del bienestar», añadió uno de los autores del análisis, Francisco Lorenzo, coordinador del Área de Estudios de Cáritas.
La tasa de pobreza de España es una de las más elevadas de la Unión Europea, ya que frente al 16,4 por ciento de media en la UE, nuestro país se aproxima al 22 por ciento. Mientras que en 2009 la línea que determinaba el umbral de la pobreza era de 8.000 euros por persona y año, un año más tarde se rebajaba hasta los 7.800. Una situación que no ataca a todas las comunidades autónomas por igual, ni a todos los estratos sociales. Hoy, son los hogares más dependientes del empleo los más afectados: «Las personas mayores antes eran las que más necesidades pasaban, pero gracias a la pensión que, aunque baja, es fija, mantienen una estabilidad contraria a la de los hogares con jóvenes desempleados», explica Lorenzo. Por esta razón, la tasa de pobreza de Galicia y Castilla y León ha mejorado con respecto a 2010. En el otro extremo de la balanza se encuentran Extremadura, Canarias, Andalucía y Murcia, las comunidades autónomas con niveles de pobreza más altos. Este fenómeno supera en casi 150.000 hogares el valor máximo registrado en los últimos 25 años y, de ahí la importancia de la acción social de Cáritas. «Desde 2007 hemos incrementado en más de un 70 por ciento el dinero destinado a las personas en situación de exclusión», aseguró Mora. En 2011 ayudaron a más de un millón y medio de personas. Pero la organización también busca soluciones y reclama «otro modelo de Estado» para detener el creciente deterioro social. En esta línea, el responsable del informe también hizo una llamada de atención a los gobernantes: «Si se radicalizan los recortes, el número de pobres seguirá aumentando». Aunque no hay estudios oficiales, Lorenzo afirma que «más de 30.000 personas viven en la calle y muchas familias se han visto obligadas a compartir habitaciones».
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