Extremadura
Un mechero encendió la tragedia
Las familias dieron ayer su último adiós a los fallecidos mientras sus compañeros lograban sofocar el fuego.
El fuego que acabó, la noche del jueves, con la vida de los jóvenes brigadistas Julio Martínez y Rodrigo Amo fue intencionado, según confirmó ayer el informe preliminar elaborado por la Xunta de Galicia, que lo remitirá mañana lunes a los juzgados de Redondela (Pontevedra), que se encarga de la investigación.
El texto, elaborado por la Consejería de Medio Rural con la información facilitada por el Servizo de Prevención e Defensa contra Incendios Foretais de Galicia, concluye que el fatal incendio de Fornelos de Montes (Pontevedra) –que pudo ser extinguido tras quemar unas 96 hectáreas– se originó «en tres focos distintos» con una «ignición simple», lo que apunta a que se trata de un incendio «intencionado y criminal».
Los consejeros de Presidencia y Medio Rural, Samuel Juárez y Alfonso Rueda, aseguraron que el desencadenante de que los profesionales, que contaban con varios años de experiencia en la extinción de incendios, se vieran atrapados por las llamas fue el «cambio súbito» del viento, y defendieron la buena preparación de los brigadistas y la correcta dotación de medios materiales.
Según Juárez, el fuego se inició sobre las 22:24 horas del jueves, mientras que los efectivos acudieron a las 22:49, cuando apreciaron «condiciones favorables para abordarlo» con los medios de los que disponían, si bien faltaba un vehículo motobomba. En un primer momento había siete efectivos, de los cuales uno de ellos bajó en busca de la máquina. De acuerdo con el informe, redactado en gallego, «el personal de extinción preparó una estrategia de ataque directo desde una pista forestal al considerar que, a su llegada, las condiciones del incendio así lo permitían, a la espera de la motobomba que venía detrás a plena carga de agua y con la idea de poder apagarlo con ella».
En un momento dado, los seis efectivos se dividieron en dos grupos, momento en el que el capataz que acompañaba a las dos víctimas mortales se separó de sus compañeros «para ir a apartar el vehículo de su brigada, que estaba amenazado por las llamas». Fue entonces cuando se incrementó la fuerza del viento, que hizo que el fuego y el humo atravesasen la pista forestal en la que trabajaban.
Los efectivos que sobrevivieron se refugiaron en una zona «ya quemada, evitando el peligro», pero, para su mala fortuna, los fallecidos «abandonaron la pista e intentaron alejarse subiendo la pendiente, en una maniobra de escape presuntamente provocada por la desorientación provocada por la proximidad de las llamas, el humo y la falta de visibilidad».
Al reunirse de nuevo en el «punto de anclaje» de la pista forestal, el equipo echó de menos a los dos fallecidos «y comienzan su búsqueda, hallando los cuerpos poco después a unos 60 metros por encima de la pista forestal».
Clara intencionalidad
El informe pone de manifiesto que en la zona se habían producido doce incendios en apenas dos semanas, lo que, junto con la hora de inicio del fuego y la multiplicidad de focos, apunta a la «clara intencionalidad del mismo». A pesar de que no se encontró objeto alguno en los focos del fuego, el consejero apuntó a la posibilidad de que las llamas se iniciaran con una «ignición simple», para lo que probablemente los incendiarios utilizaron un encendedor.
El consejero Rueda aseguró que el hecho de que el viernes, un día después de la tragedia, se declarase un nuevo fuego y la hora en que se inició el incendio mortal, apoyan la tesis de intencionalidad. «Hay alguien interesado en quemar ese monte», manifestó. Juárez concluyó diciendo que «se trata de un hecho criminal con consecuencias fatales», cuyos autores son «enemigos» de la sociedad y «asesinos en potencia».
Entretanto, las familias daban su último adiós a los fallecidos en Vigo. Rodrigo Amo fue despedido en el tanatorio de Pereiró, al que acudieron el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoó, así como los dos consejeros ya mencionados y el líder socialista gallego, Manuel Vázquez. Julio Martínez, por su parte, fue enterrado en la parroquia de Sárdoma, también en la ciudad pontevedresa, tras una misa córpore insepulto.
Ayer mismo se daba por extinguido el incendio tras haber calcinado 95,8 hectáreas en Fornelos, donde dos fuegos más también pudieron ser apagados. Otros cuatro grandes incendios seguían ayer activos en Galicia, además del declarado el lunes en El Bierzo, dentro del municipio de Barjas (León), el más importante en estos momentos en España y que permanece incontrolado tras haber arrasado 1.300 hectáreas.
La Junta mantiene activado el nivel de alerta 2 (en una escala de 3), lo que significa que no amenaza a la población, aunque los frentes activos se dirigen hacia las poblaciones de Arnadelo, Melezna y Mosteirós. Precisamente un vecino de esta localidad, M.L.S., de 52 años, fue detenido el viernes como presunto autor del fuego.
Protección Civil mantiene la alerta, con riesgo «muy elevado» de incendio en todo Galicia, Extremadura, Canarias y partes de Zamora, Salamanca y León.
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