Murcia
El nuevo fascismo
Se veía venir que de justificar lo injustificable las cosas se salieran de tiesto. La agresión ayer al consejero de Cultura y Turismo y colaborador de LA RAZÓN no admite términos medios: los agresores han de ir a la cárcel. Pero además de los agresores están los inspiradores que también tienen que dar explicaciones en sede parlamentaria, tanto por la dejadez en prevenir que esto acabara así como en el apoyo moral que el PSRM ha dado a los violentos con la presencia de altos dirigentes en las manifestaciones de estos días. La impotencia de la izquierda ante una derrota histórica no puede acabar en el peor de los estilos fascistas. Se han echado al monte y la política no se hace en el monte. Murcia se merece otra oposición, no la que jalea a los violentos y siembra vientos facinerosos. No todo vale. Tovar, Retegui, Saura y López, en primer lugar, y hasta el último socialista después, deben condenar a los violentos y no quedarse en unas declaraciones protocolarias. Deben condenar taxativamente, con dureza y contundencia y, además, deben arbitrar todos los mecanismos para que los autores paguen por su acción. Imaginamos que en estos momentos, cosa que debería haber hecho mucho antes, Tovar ya habrá ordenado a la policía que localice a los agresores pero al margen de ello, los socialistas tienen que dar explicaciones por permitir que todo esto acabara de esta manera. Estos días nos hemos hecho eco en estas páginas de la presencia de dirigentes socialistas en las manifestaciones que, por su tono y forma, indicaban que la cosa pudiera acabar como desgraciadamente hemos visto. Los agresores materiales han de pagar, pero los que no hicieron nada por evitarlo tienen al menos que dar la cara y pedir las correspodientes disculpas. No todo vale, porque el día que crucemos esa línea habremos socavado un poco más los cimientos de lo mejor que nos hemos dado los españoles, que es el respeto democrático.
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