España

Momento para el agua por Antonio PÉREZ HENARES

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Es vieja tradición periodística fijarnos, a veces casi en exclusiva, en las malas noticias. Las buenas casi ni son. y pasan mucho más desapercibidas. Cuando además la nueva se repite ya no se le hace ni caso. Pero a mí me gusta, de vez en cuando, fijarme en ellas. Estos dos últimos años ha llovido bastante en España. Tiene sus inconvenientes, desde luego, pero las ventajas no se le escapan a nadie, ni a los que se mojan en demasía. Tenemos agua abundante y eso en un país como el nuestro es motivo de alegría. Y debiera serlo, en el buen momento, también de más serena reflexión. Pasé hace unos días por el gran pantano de Entrepeñas, que vuelve a ser grande y a alcanzar cotas de llenado que parecían ya cosa irremediablemente perdidas en el pasado y para siempre. Debe superar ya el 70 por ciento. Vuelve a ser un auténtico mar interior. Da gusto verlo, vamos. Pero al contemplarlo pensé de inmediato en cuando no llegaba ni al quince y en esas extensiones desecadas y aquellas imágenes penosas, que me temo que podré tal vez volver a contemplar. Y me alejé de Alcarria adelante diciéndome si no es ahora el instante de ponerse a hablar, cuando no nos acucia la escasez del agua en España. Del gran tema pendiente y que habrá que afrontar algún día y de una vez por todas dejando tras o corrigiendo algunos de los disparates «narbónicos» que agravaron el problema hasta envenenarlo de manera radical. Los dos grandes partidos han de contemplar de verdad la posibilidad de llegar a un definitivo y trascendental pacto. Han de recuperar la idea del «agua común» y han de debatir con serenidad las posibles soluciones para que cuando «la pertinaz» sequía reaparezca no nos pille una vez más con los deberes sin hacer y en vez de proyectos y alternativas lo único que haya sean demagogias y voces. Es muy difícil que tal suceda, pero es imprescindible que pase.