Camps defiende la calidad de las playas para generar empleo

Alicante- Las 108 banderas azules que coronan este verano las playas y los puertos valencianos, son el resultado de un trabajo conjunto que genera riqueza, prosperidad y empleo. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, defendió ayer la necesidad de cuidar el territorio valenciano y conseguir que siga siendo un espacio atractivo para mantener un turismo de calidad.Camps presidió ayer la entrega de los distintivos de las banderas azules, que se celebró en Dénia. La Comunitat Valenciana ha conseguido este año el mayor número de galardones de la historia. De hecho, una de cada cinco banderas azules entregadas en España se encuentra en la Comunitat.Tras este acto, el presidente asistió a la última «mascletà» de las Hogueras de Alicante.Hoy tiene previsto viajar a Bruselas para reunirse con el presidente del Comité Económico Social y Europeo, Mario Sepi, y con el presidente de la Asociación Internacional del Transporte Público, Alain Flausch para, entre otros asuntos, reivindicar la urgencia de ejecutar el Corredor Mediterráneo, la defensa de los trasvases y la importancia de la agricultura para la economía valenciana. También abordará el problema del agua y la energía como recursos estratégicos que se deben garantizar a todos los ciudadanos a un precio justo y razonable, y como fuentes de riqueza y prosperidad para la Comunitat Valenciana, y en concreto, para el sector agroalimentario, que ocupa un lugar estratégico en Europa. El presidente destacará la importancia que tiene el Corredor Mediterráneo para la industria del automóvil. Incidirá en que la Comunitat cuenta con la factoría de Ford que fabricará el primer híbrido de esta marca y el Ford Grand C-MAX, que se exportará a Estados Unidos.

Última noche de HoguerasLa «Nit de la Cremà» redujo a cenizas los 184 monumentos de cartón y madera y cerca de 70 portadas de barracas que han invadido durante toda la semana las calles de Alicante. Las Hogueras de 2010 quedarán en el recuerdo como aquéllas en las que el Hércules consiguió subir a primera división. Al cierre de esta edición, la «cremà» trascurría con total normalidad, y la fiesta, en vísperas de fin de semana, continuaba.