El ministro que investiga el caso de Asia Bibi cree que fue acusada erróneamente

La sentencia contra Asia Bibi ha servido para poner en entredicho la nueva ley paquistaní sobre la blasfemia, cuyos detractores dicen que, además de para perseguir a las minorías, se utiliza para alcanzar un extremismo fanático religioso y resolver venganzas personales.

Un tribunal la condenó por insultar al profeta Mahoma. Una acusación totalmente falsa que se inició cuando un grupo de mujeres musulmanas de la misma aldea se enojaron con ella tras una disputa que comenzó con algo tan banal como el compartir un mismo recipiente para el agua.

El mismo Papa Benedicto XVI hizo un llamamiento la semana pasada por su liberación, y el presidente paquistaní Asif Ali Zardari, ha pedido una revisión de los hechos del caso, que plantea la posibilidad de un indulto presidencial. El ministro de Asuntos de las Minorías, Shahbaz Bhatti, que está preparando el informe para Zardari, dijo que sus investigaciones preliminares indican que Bibi fue acusado erróneamente.«Estoy convencido de que ella es inocente y que fue condenada injustamente», dijo Bhatti.

Los cristianos de Pakistán, que representan menos del 5% de los 175 millones de habitantes del país de mayoría musulmana, son con frecuencia los objetivos de los acusadores de la invocación de la ley, dijo Bhatti.