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Manda Cristiano

La Razón
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Florentino Pérez dimitió como presidente del Madrid convencido de que había tenido blandura en la dirección del equipo y se había excedido en la relación tan próxima con futbolistas y entrenador. En la vuelta cambió. Depositó su confianza en Valdano y Pardeza para lo concerniente a las cuestiones técnicas. Su alejamiento fue excesivo, según se supo cuando Manuel Pellegrini fue destituido. Éste confesó que apenas había tenido contacto con el presidente.
Tengo la impresión de que la distancia respecto del equipo no se ha agrandado. Valdano ha quedado marginado y el entrenador se ha hecho con más poder. Presume de que únicamente mantiene contacto con el presidente y José Ángel Sánchez.
José Mario se jacta de poseer gran mando, de hacer y deshacer. Tengo para mí que menos. Su poder llega hasta Cristiano, a quien no domina. Los hechos demuestran que el entrenador no tiene autoridad suficiente para hacer descansar a su compatriota. Cristiano, obsesionado por ganar el trofeo de máximo goleador en España y Europa, no renuncia a disputar hasta los partidos menos comprometidos. Ni siquiera a ser sustituido. No ha habido manera de mandarle al banquillo para que descansara y se ahorrara esfuerzos y el peligro de una lesión. Mourinho y Cristiano son dos personajes obsesionados por el protagonismo. En el campo manda el deseo del jugador. La lesión le llegó cuando pudo haber descansado. Pero quería superar a Messi. Ha perjudicado al club.
Posdata. Laporta, condenado judicialmente a pagar el déficit que dejó en el Barça. Creyó que los títulos indultaban.