Barcelona

Lomana y Nati enfrentadas por Cari por Jesús MARIÑAS

Había que justificar el cambio de nombre de la pasarela madrileña. Fermín Lucas, director del cotarro, mano a mano con Cuca Solana, dio algunas explicaciones a Nieves Fontana, de inmejorable recuerdo como Covandoga O'Shea.

Lomana y Nati enfrentadas por Cari por Jesús MARIÑAS
Lomana y Nati enfrentadas por Cari por Jesús MARIÑASlarazon

El balance de esta edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid no es muy allá, salvo el siempre favorecedor Juanjo Oliva, el glamour de Hannibal Laguna, cuya colección está inspirada en Romero de Torres, la luminosidad muy bien cosida de Ágatha Ruiz de la Prada y la complicidad de Nuria Sardá, cuyo trabajo entusiasmaría a las míticas Gardenia Pulido y Mary Mistral.

No se explicaba, aunque daban detalles de todo tipo, por qué Hannibal no se habla con Elsa, su ángel de la guarda durante los últimos quince años. «Ella medió al romper Hannibal con Rosa Clará por copiarla y encima tiene el 10% de las acciones. Es un caso difícil de arreglar», calculaban ante una Rocio Carrasco en pos del «chic» siempre remarcado por el venezolano afincado en Alicante. El diseñador es un buen heredero de Berhanyer, suspiraban ante los renard granates de Mamen Spínola y los astracanes con cola de Cristina Tárrega, muy amiga de Joaquín Torres, que prepara una exposición en Valencia, a punto de abrir sus puertas.

Fue curioso observar los cambios de actitud de Nati Abascal y Cari Lapique con Carmen Lomana en el evento de Aristocrazy, la firma de bisutería que tiene la cara bonita y exquisita de Olivia de Borbón y que necesita alicientes, por lo que recurrieron a la rubia enamorada del fotógrafo. Realizaron una alfombra roja a bajo cero en el actual Luzi Bombón de Castellana. Los fotógrafos se plantaron por el frío extremo. Allí se escuchó de todo menos bonito y se hacían apuestas sobre cómo se mirarían al coincidir las tres mencionadas en el evento: ¿llegaría la sangre al río? Nati, con el pijama en lamé dorado que vistió hace un mes para el cumpleaños de Valentino –craso error incluso con los zorros de Nelsy Chelala que utilizó para abrigarse–, recurrió a su miopía para ignorarla. Estaban frente a frente, cada una en un extremo, y Juncal Rivero y David Meca no perdían ripio ante lo que parecía un duelo. Evocaban aquel viaje de Mango a Barcelona en el que Nati y Cari no quisieron montar en el avión si se les unía Lomana. Así me lo contaron en su tiempo casi indignadas. Hoy invitaba Cari como embajadora de la firma, así que tragó, consintió, admitió y agasajó, al igual que Caritina. Carmen se dejó querer y mimar por Ángel Casana y no hubo K.O. , ni siquiera se repitió aquel «travesti de geriátrico», como en tiempos más bélicos Lomana definió a Nati, que ya no colabora con Mango. Chocó la ausencia de Beatriz de Borbón, madre de la madrina. Y eso desató muchas lenguas viperinas.