Berlín

Sarkozy-Hollande: las claves del duelo

A una semana de la cita con las urnas, los candidatos luchan por arañar votos. Convencer a los electores indecisos y capear la crisis económica, los objetivos

Sarkozy-Hollande: las claves del duelo
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A menos de una semana de la definitiva cita con las urnas, los candidatos al Elíseo intensifican sus actos electorales y sus intervenciones en los medios para convencer a los votantes aún indecisos. Visto el nerviosismo del presidente-candidato y la tranquilidad del aspirante socialista, un observador despistado pensaría que François Hollande ya es el presidente de la República Francesa y Nicolas Sarkozy es el aspirante a sucederlo. Una encuesta del instituto LH2 concedía ayer al presidenciable socialista una ventaja de ocho puntos sobre el líder conservador (54%/46%).

En su empeño de seducir al 18% de franceses que en la primera vuelta votaron a la candidata ultraderechista, Marine Le Pen, Sarkozy apeló ayer en un mitin en Toulouse a la nación y sus fronteras para evitar que «Francia se diluya en la globalización». Según el líder conservador, «los países que hoy ganan son los que creen en su espíritu nacional».

Mientras, desde el parisino estadio de deportes de Bercy, Hollande pidió a un enfervorizado público «no caer en la euforia» y continuar la movilización hasta el 6 de mayo. «Nunca un escrutinio había sido tan decisivo para Francia, pero también para la reforma de la Unión Europea. Nos esperan en todos los lados. Portáis un mensaje de confianza, de recuperación, de justicia, un mensaje decisivo para que Europa vuelva a la senda del crecimiento y del futuro», clamó. El candidato del PS acusó a su rival de «agitar el fantasma del miedo» para mantenerse en el poder y le recordó que «en 2009 y 2010 nos decía que [el ex presidente José Luis] Rodríguez Zapatero era el modelo que había que seguir, mientras que ahora es la referencia más negativa».

Éstas son las cinco claves que decidirán el resultado electoral:


1.- PARTICIPACIÓN
Con una asistencia a las urnas en la primera vuelta que rondó el 80% y unas encuestas que predicen una clara victoria del candidato socialista, la participación en la segunda ronda es una incógnita. La bipolarización entre Hollande y Sarkozy puede desalentar a algunos votantes de Le Pen o François Bayorou, pero el «antisarkozysmo» puede también animar a muchos a acudir a votar para dar el golpe de gracia al impopular presidente. Precisamente, en una entrevista al diario «Le Parisien», el líder conservador se mostró ayer seguro de dar la vuelta a las encuestas y ganar un segundo mandato. «Es dramático. Hay un fenómeno nuevo, que el 26% de los sondeados han rechazado responder. Siento subir una movilización que no he visto en toda mi vida política. Y después de la primera vuelta ha subido un escalón. Habrá una participación masiva», afirmó Sarkozy. El líder conservador espera arañar unos votos durante el cara a cara televisivo del miércoles. « Debe ser un debate claro. Hollande tendrá que hacer lo que detesta: ser claro», le espetó a su rival socialista.

2.- EL FRENTE NACIONAL
Los codiciados 6,4 millones de votos logrados por Le Pen el 22 de abril decidirán el resultado del duelo electoral. De ahí que en un giro derechista criticado en sus propias filas Sarkozy haya prometido reducir a la mitad el número de inmigrantes que entran cada año a Francia e imponer exámenes de lengua francesa a los trabajadores extranjeros. Para el líder de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), los electores del Frente Nacional (FN) representa a la «Francia que sufre».
Sin embargo, Le Pen, que anunciará mañana a sus seguidores su consigna de voto de cara a la segunda vuelta, prefiere pensar en las elecciones legislativas del 10 y 17 de junio, en las que aspira a arrebatar a la UMP su hegemonía electoral. Si se extrapolan a las legislativas los resultado obtenidos por el FN en la primera vuelta, los candidatos ultraderechistas pasarán el corte en 345 circunscripciones electorales. Estas elecciones triangulares beneficiarán a los candidatos socialistas y perjudicarán a la derecha, a menos que la UMP y el FN unan fuerzas. Una posibilidad descartada por Sarkozy, pero deseada por el 64% de su electorado.
Según un sondeo de TNS-Sofres, el 51% de los franceses que eligieron al FN el 22 de abril optará en la segunda vuelta por Sarkozy, un 16% votará a Hollande y un 33% se quedará en casa.

3.- EL VOTO CENTRISTA
El centrista François Bayrou, que sumó 3,2 millones de papeletas en la primera vuelta, aún no ha decidido a quién dará su apoyo. Coincide con «Sarko» en la inclusión de la «regla de oro» en la Constitución y en el control de gasto público, pero en temas sociales, fiscales y europeos está más próximo al programa del candidato del PS. Por eso, la candidata socialista en 2007, Ségolène Royal, ha pedido a Bayrou que muestre su cartas y pida el voto por Hollande. Según los sondeos, un 39% de los seguidores del líder del MoDem (Movimiento Democrático) se decantará por el presidente saliente, frente a un 32% que apoyará a Hollande y un 29% que se abstendrá. Con todo, el politólogo Jean-Yves Camus recuerda en declaraciones a la agencia Reuters que «será muy difícil para Sarkozy reunir votos del Frente Nacional y del centro al mismo tiempo». Es decir, que muchos votantes centristas podrían abandonar al jefe de Estado espantados por su deriva derechista.

4.- El VOTO JOVEN
Desencantados con la clase política y con una tasa de paro del 22%, los 13 millones de jóvenes franceses se pueden convertir en una importante baza para Hollande. Según IFOP, el 66% de los jóvenes entre 18 y 24 años prefiere al cabeza de cartel socialista, frente a un 34% que simpatiza con Sarkozy. En la franja de edad de 25-34 años, también se impone Hollande (64%) al actual inquilino del Elíseo (36%).

5.- LOS MERCADOS
En vista de la estabilidad de la prima de riesgo francesa durante los últimos días, parece que los mercados han descontado una victoria de Hollande en las presidenciales y piensan ya en las legislativas. Y es que la mayoría socialista en la futura Asamblea Nacional determinará el margen de maniobra del futuro presidente. Si el PS depende de los votos de Los Verdes o los comunistas para gobernar, Hollande se verá obligado a hacer concesiones.
Como en otros países europeos, el cambio de Gobierno vendrá acompañado con una caída de las Bolsas el día siguiente. Hollande, que ha hecho de la reforma del tratado europeo su principal baza electoral, tendrá que darse prisa para negociar con rapidez la inclusión de un capítulo sobre crecimiento en el texto comunitario. Será una lucha contra reloj entre los deseos de Hollande y la paciencia de los mercados. Un eventual aumento de la inestabilidad en la zona euro perjudicaría la posición de Francia y obligaría a su presidente a cerrar un acuerdo de mínimos con la canciller alemana, Angela Merkel, a la que ha prometido visitar en Berlín el 7 de mayo si gana las elecciones.