Gerona

La luz y el color de la vida por Carmelo Encinas

La luz y el color de la vida por Carmelo Encinas
La luz y el color de la vida por Carmelo Encinaslarazon

Carmelo Encinas
 

Las circunstancias siempre determinan nuestra percepción sobre aquellos lugares que nos dieron cobijo. Cada cual habrá archivado en su memoria algunos establecimientos donde supieron aunar elementos básicos como el confort, la amabilidad o la eficiencia a un precio razonable. Y los recordaremos aunque no seamos capaces de retener en la memoria una imagen nítida de la habitación en que dormimos, el baño en el que nos aseamos o lo que vimos tras sus ventanas. Esos detalles los suele reservar el cerebro para aquellos establecimientos que pusieron el mejor de los marcos a una experiencia vital interesante. Una de esas que le aplican pinceladas gruesas al cuadro impresionista que cada uno va pintando con el transcurrir de su existencia. Si observan su propio lienzo verán que tampoco son tantos los toques de color que destacan y sólo unos pocos trasmiten la luz con esa intensidad que puede convertir la vida del viajero en una obra de arte. He recalado en mi vida en cientos de hoteles y voy a responder al reto que me propone esta página seleccionando tres rincones muy diferentes en los que me sentí mas vivo que nunca. El primero está situado en la localidad siria de Alepo, una de las ciudades míticas de Oriente Medio. Se trata del hotel Le Barón, cuyo edificio Art Decó parece haberse mantenido intacto gracias a la falta de recursos para renovarlo. No cabe mayor decadencia ni fidelidad a un pasado épico que tuvo como protagonistas a personajes como Agatha Christie, que escribió allí la primera parte de «Asesinato en el Oriente Express», o a Sir Thomas Edward Lawrence, más conocido como Lawrence de Arabia. El hombre que encendió la revuelta árabe contra el Imperio Otomano recaló en sus habitaciones, que aún conservan los muebles, los sanitarios y hasta el teléfono de baquelita que el mismo descolgó.
Otro alojamiento inolvidable es el Fuerte Roopangarh, un palacio soberbio en un pequeño pueblo del Kajasthan, la Andalucía de la India. Con apenas una veintena de habitaciones de tamaño superlativo, conserva buena parte de los muebles que lo vistieron hace mas de 300 años. Un espacio mágico en el que aún es posible cenar bajo sus arcadas a la luz de las velas y respirar la fragancia de las buganvillas u otras especies florales inéditas para nuestra pituitaria.
El tercero de mis rincones no es tan remoto ni exótico, pero no menos intenso para los sentidos. Hablo del Parador Nacional de Aiguablava en Gerona. En lo alto de una roca y sobre una cala de aguas transparentes color turquesa, este luminoso refugio logra ofrecer a sus huéspedes una acertada fusión de funcionalidad y calidez mediterránea. Una oferta que potencia el restaurante que ha situado en la misma cala y frente a la playa que Josep Pla definió como «un sueño dorado». Las glorias gastronómicas del Ampurdán en un paraje y un hospedaje que le ponen luz y color a la vida.
 

>> Nombre. Parador de Aiguablava.
>> Dónde. En Begur, Gerona.
>> Por qué. Por su localización en lo alto de una roca y sobre una hermosa cala.
>> Contacto. 972 622 166.