Las noches de antes por Lucas HAURIE

Cuando se produce un relevo en la Casa Blanca, el cronista político americano lamenta haberse hecho «un presidente más viejo». Aquí, los alcaldes se parecen tanto unos a otros que nuestra particular corteza del tronco, para medir la edad, son instituciones mucho más respetables que el Ayuntamiento: los bares. En los noventa, la noche más venenosa del centro pasaba por templos como Siglo XX, Mundo, Tren, Ktre o Bourbon, entre otros establecimientos pasados a mejor vida. Resisten en Pérez Galdós, la legendaria calle del amor, la Rebotika, Bare Nostrum o el nunca bien ponderado Berlín, a la vuelta de la esquina, pero desde esta semana tampoco podremos empezar la fiesta llenando el buche en el Flaherty's, el pub donde lo mismo se desayunaba un «fried» irlandés que se cenaba un plato de pasta e igual se bebía una leche manchada que dos docenas de cubatas. Se acerca la hora en la que nos referiremos a las noches pasadas allí con la nostalgia que hoy sienten los viejos del barrio por su ancestro lejano, el Soportales, que ocupó en los cincuenta el mismo local y llevaba a gala ser la primera barra de Sevilla en la que servían muchachas. Empieza diciembre, el mes de las discotecas llenas de encorbatados. Puaj.