Suiza
Marc Pulido: «Se necesita un cambio colectivo»
Nació: Tarrasa, 1982. Una película: «Midnight in Paris», de Woody Allen. Un libro: «Un nuevo mundo ahora». Un tipo de música: las campanas. Dentro de 20 años: ayudando a mucha gente.
–Ofrece ahora su obra en el Festival Gang, pero usted tiene un historión detrás…
–A los 19 años sufrí un accidente de tráfico: choque frontal, conmoción cerebral, secuelas en el pulmón, me dijeron que las costillas no se soldaban hasta dentro de un año o dos… Pero me salvó la música, concretamente un instrumento tradicional de los aborígenes de Australia, se llama «didgeridoo». Lo empecé a tocar y tuve mejoras considerables.
–La música como terapia.
–Exacto, los sonidos tienen propiedades curativas. No todos, hay muy pocos que tengan ese poder sensorial. Mire,todo está interrelacionado: los cuerpos son vibratorios, cada parte del cuerpo tiene su propia vibración. Si tu cuerpo deja de vibrar, si no tiene una frecuencia armónica corporal es difícil que disfrute de la armonía externa. La música ayuda a encontrarla.
–Y descubrió el Hang, un instrumento de percusión con el que trabaja.
–Sí, me fui a Suiza, donde los construyen artesanalmente. Para buscar la armonía entre mente y cuerpo, los sonidos hacen mucho bien, además crezco musicalmente.
–¿España está en desarmonía?
–Sí, sin duda. Hay que crear frecuencias para traer un cambio a la conciencia y a la sociedad. El sonido del cambio, el 15-M, fue un sonido nuevo. Pero falta continuidad, puede que queden sepultados, no por música armónica, sino por ruido.
–Pero con indignarse no basta.
–Hace falta responsabilidad para apoyar esos cambios. Estamos viviendo un tiempo importante: nadie sabe lo que va a pasar, pero va a pasar algo.
–¿En qué lugar de sus prioridades pone la espiritualidad?
–Es un sentimiento, va dentro de cada uno. El ser humano está conectado con el corazón, pero domina la lógica. El conflicto entre el corazón y la lógica crea el conflicto y ése crea la separación. La espiritualidad es entender que todos somos uno.
–¿Qué deberíamos recuperar?
–Al ser humano, que no está dominado por el egoísmo ni por las desigualdades. Opto por la unidad.
–De los jóvenes, ¿qué me dice?
–Tienen que enfocarse hacia dentro para después proyectarse hacia fuera. No vale quejarse, ni la negación, hay que llevar alternativas porque si no, ni te ayudas a ti, ni a nadie. Hay mucha frustración porque están perdidos y lo que hay fuera no les facilita a encontrarse.
–¿De los políticos, qué?
–Tienen que darse cuenta de lo que sucede. Se necesita un cambio colectivo, una conciencia colectiva y los políticos deben hablar desde el corazón, no desde los programas políticos.
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