Ciudad del Vaticano

El Papa pide la libertad de la paquistaní Asia Bibi

Además, Benedicto XVI ha hecho un llamamiento a las naciones para que respeten la plena libertad de todos aquellos que son víctimas de la violencia.

El Vaticano se moviliza para salvar a la paquistaní Asia Bibi
El Vaticano se moviliza para salvar a la paquistaní Asia Bibilarazon

El papa Benedicto XVI pidió hoy que sea puesta en libertad la cristiana paquistaní Asia Bibi, de 45 años, condenada a muerte por blasfemia en Pakistán tras ser acusada de haber insultado a Mahoma.

Ante más de 30.000 personas que asistieron en la plaza de San Pedro del Vaticano a la audiencia pública de los miércoles, el Pontífice expresó, asimismo, su "gran preocupación"por la "difícil"situación que atraviesan los cristianos en Pakistán, país de mayoría musulmana donde son una minoría.

El Pontífice manifestó que los cristianos paquistaníes son "víctimas de violencias y discriminaciones".

"Quiero expresar mi cercanía y solidaridad espiritual a la señora Asia Bibi y a sus familiares, a la vez que pido que le sea devuelta la libertad lo más pronto posible. Rezo para que sean plenamente respetados sus derechos fundamentales y su dignidad", afirmó el Papa.

Benedicto XVI expresó asimismo su solidaridad a quienes se encuentran en "situaciones análogas"de Asia Bibi.

Asia Bibi, madre de cinco hijos, fue denunciada por un integrista islámico en junio de 2009, acusada de haber ofendido a Mahoma durante una discusión con varias mujeres musulmanas que habían rechazado beber agua que había tocado la cristiana, al considerarla "impura".

Bibi fue detenida, después de que un grupo de musulmanes asaltaran su casa, en las cercanías de Lahore, y agredieran a sus hijos.

Un tribunal paquistaní la condenó a muerte por blasfemia. Según la prensa local, en el juicio se puso de manifiesto que la mujer nunca pronunció insultos contra el Profeta Mahoma.

Asia Bibi es la primera mujer paquistaní condenada a muerte en base a la severa ley existente sobre la blasfemia.

Benedicto XVI ya ha puesto en manos de la diplomacia vaticana y de la Conferencia Episcopal de Pakistán (CEP) la salvación de la vida de Asia Bibi, la madre de cinco niños condenada a muerte por una supuesta blasfemia contra Mahoma. Según confirmaron fuentes de la Santa Sede a LA RAZÓN, el Papa ha puesto en marcha un protocolo de actuación similar al utilizado en el caso de Sakineh Mohammadi Ashtiani, la iraní condenada a muerte por adulterio.

El cardenal ghanés Peter Kodwo Turkson, presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, aseguró que su dicasterio tiene previsto ponerse en contacto en breve con el episcopado paquistaní para mostrar el respaldo de la Santa Sede en su campaña para salvar a Asia Bibi. Al mismo tiempo que se deja a la CEP el protagonismo en la mediación con el Gobierno de Asif Ali Zardari y la movilización popular en aquel país, Turkson afirmó que la diplomacia vaticana ya trabaja para librar a Bibi de la horca. Incluso se especula con una posible convocatoria en el Palacio Apostólico del representante diplomático paquistaní ante la Santa Sede para tratar esta cuestión.

De momento, en el Vaticano nadie quiere hacer declaraciones oficiales de condena a Islamabad. La experiencia aconseja guardar silencio y confiar en los canales habituales. «Un comentario nuestro podría ser malinterpretado y hacer que la situación empeore para Asia Bibi. No queremos que se les dé la vuelta a unas palabras dichas con inocencia y haya luego represalias contra ella», explica el cardenal Turkson. Basta recordar la polémica surgida en muchos países musulmanes cuando fue tergiversado el discurso de Benedicto XVI en Ratisbona para confirmar que la prudencia es el mejor camino en casos como el de la pakistaní.

Preocupación

La mesura no impide al jesuita Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede, asegurar que en el Vaticano se sigue con «enorme atención y preocupación» la situación de Asia Bibi. Lombardi subraya además la «gran movilización» que se está produciendo en el mundo católico para salvar a la cristiana paquistaní.

Otras fuentes vaticanas que prefieren mantenerse en el anonimato explicaron que, además de afrontar la emergencia actual y evitar que Bibi sea ajusticiada, es fundamental que Pakistán derogue la ley que permite que alguien pueda ser condenado por blasfemar. Con esta normativa se abre una peligrosa puerta para la persecución a las minorías religiosas por parte del Estado, que sufre la presión de los radicales y de la mayoría musulmana.
Las mismas fuentes aseguraron que la defensa de la libertad religiosa ocupará probablemente un lugar destacado entre los temas tratados por Benedicto XVI en sus próximas intervenciones públicas de mayor calado.