Cataluña
Griñán no quiere interferencias soberanistas en la cumbre con Rajoy
Reprende al PP por usar el término «rescate», pero no repara en utilizarlo para España
Sevilla- «El mayor error que podríamos cometer es convertir la Conferencia de Presidentes en un debate sobre el soberanismo. No se trata de debatir sobre el soberanismo ni tampoco de hacer un bloque contra él porque ése no es el objetivo de la Conferencia de Presidentes. La razón de ser, por la que pedí la convocatoria, es la de cooperar entre todos para recuperar la senda de recuperación económica y la creación de empleo». El presidente andaluz, José Antonio Griñán, dio ayer este toque de atención aprovechando la sesión de control en la Cámara autonómica. La Junta tiene una agenda cargada de temas de cara a la cumbre con el presidente del Gobierno del próximo martes y trata de evitar a toda costa que el proyecto secesionista de Artur Mas en Cataluña eclipse el resto de problemas. No obstante, Griñán también dejó espacio para la «oportunidad de defender el perfeccionamiento de la España autonómica», un «cierre armónico que contente a todos».
El Gobierno andaluz insiste en que la estabilidad tiene que ir de la mano de un proyecto de crecimiento. Será una de las banderas que alce Griñán. Pero hay otros asuntos trascendentales para la comunidad. El más acuciante, la insuficiencia financiera que le ha llevado a reclamar un adelanto de 1.000 millones de euros –la consejera de Hacienda presionó ayer para que se haga efectivo– y a que baraje pedir 4.906 millones del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). No se trata, por cierto, de un rescate según Griñán.
En innumerables ocasiones él y la titular de Hacienda han reprendido al PP por utilizar este término. La última vez el miércoles. Sin embargo, Griñán no se enreda con eufemismos cuando habla de la inyección de dinero para la banca recibida desde Europa. «Es verdad que si no se consume y no se invierte por parte de los empresarios (...) porque no hay dinero que puedan prestar las entidades financieras a pesar del rescate que hemos tenido que pagar todos los españoles...», deslizó ayer en la Cámara en respuesta a una pregunta del portavoz de IU José Antonio Castro. Para marcar posiciones de cara a este encuentro multilateral con Rajoy se reunirá el lunes de forma extraordinaria el Consejo de Gobierno. Espera que continúe la nueva etapa de entendimiento que se inició a finales de julio con el «vis a vis» entre Griñán y Rajoy en la Moncloa. «Atrás quedan los hombres de negro o la forma irresponsable de crítica al Estado autonómico», dijo refiriéndose al encuentro que tuvo el pasado lunes la vicepresidenta del Gobierno con los consejeros de Presidencia y en la que les trasladó que las regiones «no son el problema sino la solución».
La de ayer fue la segunda sesión de control parlamentario en la que se midieron los dos principales líderes andaluces: Zoido y Griñán. El presidente del PP-A trató de abrir una brecha en el discurso del presidente andaluz atancando por el terreno en el que se siente más cómodo: la calle, la micropolítica, los problemas concretos de los ciudadanos. Qué hay, le preguntó Zoido, de la presa del Andévalo, del sistema contra las inundaciones en Écija, del Centro de Congresos de Córdoba, del metro que no llega a Sevilla Este y Pino Montano. «Ésta es la Andalucía de verdad, a la que el Gobierno no llega porque está ocupado en la confrontación». Se puso Zoido del lado de sus compañeros alcaldes, reprochando al jefe del Ejecutivo que no los escuche ni se preocupe de ellos –«Andalucía le está esperando»–. Más importante para el líder del PP es una cumbre con los munícipes locales –así se lo trasladó– que la Cumbre de Presidentes que «tanto le entusiasma».
Mostró Zoido una artillería dialéctica mejor calibrada que hace dos semanas, tocando uno de los talones de Aquiles de Griñán. El cisma entre la Andalucía real y la oficial que tanto usó Arenas en los ocho años anteriores. Griñán es, no obstante, el que sigue manejando la batuta del debate. «No me ocuparía tanto de España, pero si la maltratan tengo que defenderla». Pidió a Zoido que lo acompañe a hablar con el ministro de agravios para la región como la aplicación del sistema de financiación.
La no orden de Presupuestos y la «volatilidad»
A diferencia de todos los años anteriores, éste no habrá orden de elaboración de los Presupuestos. Lo acabó de confirmar ayer la consejera de Hacienda. Esta orden, que tradicionalmente se publica en mayo, como informó recientemente LA RAZÓN, se ha sustituido por una instrucción y otra orden que nada tiene que ver con la de elaboración de las cuentas, que da norte del rumbo presupuestario: previsiones de crecimiento o criterios de gasto. Aguayo apela a la «enorme volatilidad en previsiones y objetivos».
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