Demasiadas noticias negativas juntas por Enrique Quemada

Ayer asistimos a una sucesión de noticias que hicieron que se tambalease la Bolsa y se exigiera de nuevo un 6% de interés a los bonos españoles a 10 años. La imagen de inestabilidad social que tranmitieron las protestas en Madrid ante el Congreso junto a la deriva nacionalista en Cataluña, por un lado, y el mensaje del presidente Rajoy en «The Wall Street Journal» anunciando que pediría el rescate si los costes de financiación de la deuda española seguían demasiado elevados durante demasiado tiempo, por otro, animaron a los inversores a la venta de sus bonos soberanos.
Desde la perspectiva económica, el Banco de España aseguró ayer, a dos días de que el Gobierno presentase los Presupuestos de 2013, que el PIB sigue cayendo a «un ritmo significativo» en el tercer trimester del año. Este dato se suma al pronóstico de Standard & Poors de que el año que viene la economía española decrecerá un 1,3%, mucho más de lo previsto.
Para colmo, Alemania, Holanda y Finlandia, en un comunicado conjunto, se negaron a que el MEDE asuma las pérdidas que ocasione el programa de recapitalización directa de la banca. El Gobierno español tenía puestas sus esperanzas en que se acelerase la unión bancaria y fuese el MEDE quien entrase directamente en los bancos, evitando que los 100.000 millones computasen como deuda pública.
Como a perro flaco todo son pulgas, se ha conocido que Andalucía podría solicitar un rescate de 4.900 millones de euros, agravando la incertidumbre que ha provocado el reciente dato de que el déficit del Estado central en agosto se ha situado en el 4,77%, por encima del objetivo del 4,5% marcado para todo el año.
Benjamin Disraeli decía que «la nación inglesa nunca se ha hecho tan grande como en la adversidad». La situación está lo suficientemente complicada para que nos propongamos que se pueda decir lo mismo de nuestro país.

 

Enrique Quemada
Consejero delegado del banco de inversión ONEtoONE Corporate Finance