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Ana Torrent: «Nunca sería infiel como Madame Bovary»

Profesión: actriz. Nació: en 1966, en MadridPor qué está aquí: da vida a «Madame Bovary» en el teatro Bellas Artes (Madrid). 

Ana Torrent: «Nunca sería infiel como Madame Bovary»
Ana Torrent: «Nunca sería infiel como Madame Bovary»larazon

–¿Es «Madame Bovary». ¿Le parece una burguesa tonta o una transgresora?
–Más una transgresora que una burguesa tonta.

–¿Le vale como símbolo del feminismo?
–No. La suya es una lucha más personal. Lucha por el derecho al placer, a conocer, a leer. Lucha por ella.

–¿En qué se parece a su personaje?
–Lucho por las cosas que quiero y necesito sentirme viva, vibrar. Pero manejo la realidad mejor que ella.

–¿En qué no se le parecerá nunca?
–Creo que nunca mentiría a un hombre ni sería infiel como Emma Bovary.

–Emma elige mal a sus amantes. ¿Sabe por qué nos equivocamos tanto en la elección de la pareja?
–Podría ser porque no nos conocemos bien ni a nosotros mismos, porque vemos en el otro lo que no hay.

–Y quizá porque nos fijamos más en el exterior que en el interior, ¿no?
–Sí, claro, y porque se piensa que el otro es la solución a nuestros problemas cuando la solución sólo está en uno mismo.

–Emma quiere vivir las pasiones de sus lecturas. ¿Qué pasión de sus lecturas le gustaría vivir?
–Las grandes pasiones literarias acaban mal. Prefiero vivir mi vida y mis propias pasiones.

–Emma no logra vivir la realidad que le toca. ¿Usted sí?
–Lo intento. A todos nos gusta soñar y escaparnos, y eso es bueno, pero la realidad está siempre ahí.

–¿Qué no le gusta de esta realidad que ahora vivimos?
–El abuso del poder, las mentiras, el pelotazo, la falta de valores, el éxito conseguido de cualquier manera...

–Dice Magüi Mira, la directora, que Emma quiso escapar y se equivocó de salida. ¿Qué salida le parece siempre equivocada?
–La infidelidad, el consumismo.

–¿Está preparada para ser más pobre?
–Sí, lo estoy. Yo no soy consumista, puedo vivir con muy poco. En realidad, me aburro comprando.

–«El que tiene miedo de la pobreza no es digno de ser rico» (Voltaire).