Sevilla

El dragado del río avanza imparable con más «blindaje» natural

Poco ha cambiado el panorama tras la visita del presidente de la Autoridad Portuaria, Manuel Fernández, ayer a Madrid para analizar con la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, el dragado de profundización del río que necesita la instalación pero que cuestiona ambientalmente el equipo de expertos coordinado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), debido a su negativa repercusión sobre la conservación del estuario.

A la espera de un nuevo dictamen del órgano rector de Doñana, las autoridades sí consideran viable el dragado con medidas correctoras
A la espera de un nuevo dictamen del órgano rector de Doñana, las autoridades sí consideran viable el dragado con medidas correctoraslarazon

El Ministerio de Medio Ambiente evita posicionarse claramente y aplaza su decisión sobre si autorizará definitivamente la ampliación del canal de navegación en determinados puntos del cauce fluvial, desde los actuales -6 metros hasta una cota de -8 metros de profundidad. No obstante, los esfuerzos de Medio Ambiente por no apoyar ni rechazar abiertamente esta actuación sobre el río, a pesar de que el informe de los expertos y la comisión científica creada para su evaluación la consideran «incompatible» con la preservación de Doñana, resultan suficientemente expresivos.

Estrategias

El Ministerio opta por una huida hacia adelante, ampliando las exigencias ambientales sobre el dragado propuesto por el río, pero reservándose la última palabra sobre su ejecución. Según se explicó desde el departamento encabezado por Rosa Aguilar, ese refuerzo del «blindaje» natural implica que el proyecto de ejecución tendrá que ser evaluado previamente por el consejo de participación del Parque Nacional de Doñana.

«El proyecto debe tener el visto bueno de Doñana», insistieron desde Medio Ambiente, según informó Europa Press. Realmente, este procedimiento administrativo ya venía impuesto en la declaración de impacto ambiental (DIA) concedida al Puerto para el dragado en 2003, que obligaba al análisis previo de las obras en el seno de la comisión mixta de Gestión de los Parques Nacionales de Andalucía, formada por la Junta y el Ministerio y desaparecida tras el traspaso de estas competencias a la comunidad.

Después, el proyecto debía pasar por el antiguo patronato del Parque Nacional, hoy convertido en el Consejo de Participación de Doñana que preside el expresidente Felipe González. En cualquier caso, la decisión de este organismo nunca es vinculante, así que la aprobación del proyecto de ejecución del dragado sólo queda en manos de Medio Ambiente.

Es más, el Ministerio avala las tesis portuarias al reivindicar el cumplimiento de todas las condiciones ambientales contempladas en la DIA de 2003 aprobada para el proyecto global de construcción de la nueva esclusa –ya en funcionamiento– y del dragado, «integrando» en su diseño las conclusiones del informe avalado por el CSIC referentes a la mejora de la dinámica natural del estuario, su flora y su fauna.

El Puerto ya confirmó que combinará la profundización del canal con actuaciones de protección de las márgenes del Guadalquivir, detallando en el proyecto constructivo las estructuras necesarias, las zonas concretas de intervención y el oleaje máximo que puede soportar todo el entorno.

Afectados

La actitud de Medio Ambiente no ha gustado demasiado a los colectivos conservacionistas ni a los arroceros, cuyo presidente federativo, Julián Borja, exige «un acuerdo» sobre el dragado y sus medidas compensatorias.

El portavoz de Ecologistas en Acción en Doñana, Juan Romero, cree que el proyecto «hay que devolverlo a los corrales» porque hay mucha «información científica para rechazarlo». Desde WWF, Eva Hernández insiste en que «ni siquiera la DIA debe existir», porque está «plagada de errores».