Sevilla

La eyaculación frecuente produce mejor esperma

Una investigación española asegura que expulsar gametos antes de una inseminación artificial ayuda a que los que se usen en ella sean de mejor calidad 

Un grupo de investigadores españoles ha determinado que la eyaculación recurrente en el hombre puede mejorar la calidad del ADN en los espermatozoides que se seleccionan para la inseminación, según los resultados de un estudio publicado en el último número de la revista «Fertility and Sterility».

En los centros de reproducción asistida existen técnicas de selección espermática que mejoran, de forma relativa, la calidad seminal de los pacientes y buscan reducir la presencia de espermatozoides con fragmentación del ADN, cuya presencia aumenta el riesgo de pérdida del embrión. Para ello, en ocasiones se recomienda que los varones mantengan entre tres a cuatro días de abstinencia sexual antes realizar una inseminación, sin que estuviese claro que esto mejorara las tasas de fertilidad.

Sin embargo, en este trabajo, dirigido por Pascual Sánchez-Martín, de la Clínica de Reproducción Asistida Ginemed de Sevilla, y en el que también han participado las unidades de Genética de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y el Complejo Universitario de Coruña, se ha observado que si el varón mantiene periodos de abstinencia de eyaculación mas cortos (es decir, si provoca eyaculaciones más frecuentes) se reduce la proporción de esperma con ADN fragmentado. Para evaluar la calidad del ADN espermático, los autores se han valido de la técnica conocida como «Halosperm».

Menos daño
En el mismo artículo también establecen que la reducción del daño del ADN es mayor cuando se seccionan los espermatozoides con técnicas de rutina. De este modo, la reducción media de la fragmentación del ADN que se consigue en una selección espermática sobre muestras obtenidas tras un periodo de abstinencia de tres días, es de aproximadamente el 22 por ciento, mientras que si en los mismos individuos se obtiene una segunda muestra provocando una nueva eyaculación tan sólo tres horas después, la reducción se acerca o incluso supera el 50 por ciento.

Así, en una muestra seminal procedente de la segunda eyaculación la fragmentación del ADN espermático desciende ampliamente y de modo consistente y, por tanto, la probabilidad de seleccionar un espermatozoide de buena calidad para utilizarse en técnicas de inyección intra-citoplasmática de un espermatozoide en el ovocito es más alta. Según Jaime Gosálvez, de la Unidad de Genética de la UAM, que también ha participado en el estudio, «es importante recurrir al análisis personalizado de cada paciente antes de asumir que el efecto es de similar magnitud y equiparable en todos los individuos».