Europa

Balón de Oro

El Madrid ante su primer reto

El Real Madrid afronta su primer reto de la temporada ante su bestia negra, el Olympique de Lyon, al que nunca ha conseguido ganar en las seis ocasiones en las que se han enfrentado.

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Sin embargo, el conjunto de Mourinho lo tiene todo de cara para acabar con la maldición de octavos –lleva seis temporadas sin conseguir clasificarse para cuartos– y demostrar que está en condiciones de pelear por la Liga de Campeones con las mismas opciones que sus grandes rivales europeos, pese a que el mensaje de ayer del técnico portugués fuese comedido y apelara a la paciencia para lograr la «décima».

Las urgencias de la entidad y las de Florentino Pérez quizá no sean las mismas que las de «Mou», aunque corren paralelas y el volver a reinar en Europa es el gran sueño del madridismo y de su presidente. Sin obsesionarse y con la capacidad que ha demostrado el equipo en el Bernabéu, el Lyon debe salir derrotado. Los antecedentes no cuentan y el partido de la temporada pasada (1-1) habrá que apuntarlo en el debe de Pellegrini y en la falta de definición, especialmente la de Higuaín.

 Los franceses, un buen equipo, con oficio y jugadores de renombre y calidad –Lloris, Toulalan, Gourcuff y Lisandro– ya eran inferiores al Madrid hace un año y, ahora, se ha acrecentado la diferencia de juego como se pudo ver en el encuentro de ida.

El Real Madrid es mejor, superior en todas sus líneas y sólo los pequeños detalles, que tanto influyen en el fútbol podrían dar al traste con sus aspiraciones. A eso va a jugar Claude Puel, a intentar cazar alguna ocasión –están obligados a marcar un gol como mínimo– y a defenderse con orden, cerrando muy bien los espacios para que Cristiano, Özil, Di María y Benzema no puedan desarrollar su juego. Se espera, además, una vigilancia especial para Xabi Alonso, jugador que preocupa especialmente al técnico francés.

No hay que engañarse, el planteamiento del Olympique será defensivo y dejará la iniciativa al Real Madrid. Y es en este apartado donde debe aparecer el gran estratega que es Mourinho. No se crean lo que dijo el presidente Aulas de que «Mou» va a jugar al cero a cero. El mandatario galo le ha dado una coartada al técnico madridista. Ya sabemos que para el portugués el fin justifica los medios, pero su equipo saldrá al ataque, imponiendo un ritmo muy fuerte y jugando con cabeza, sin precipitación, para aprovechar sus ocasiones. La capacidad goleadora del equipo, la firmeza de jugar en casa –lo ha ganado todo en el Bernabéu– y la definición de Cristiano, junto a la calidad de Özil y el buen momento de Benzema, harán que veamos al Madrid poniendo cerco a la meta de Lloris. Darle el balón al rival y jugar al contragolpe no debe ser la táctica para esta noche. Sin volverse loco y con el apoyo de un Bernabéu motivado y mentalizado, el Real Madrid minará poco a poco la resistencia de los de Puel, que reconoció ayer que ellos no son los favoritos.

Cristiano va a jugar. Ayer se entrenó con normalidad y fue incluido en una convocatoria en la que hay 21 jugadores, entre ellos el canterano Juan Carlos. También es fijo Benzema por lo que Adebayor esperará su oportunidad en el banquillo. El togolés tuvo un detalle al decir que «firmo con que marque Benzema y pasar a cuartos». Todos reman en la misma dirección con el objetivo de eliminar al Lyon, acabar con la maldición de octavos y demostrar que el fichaje de Mourinho comienza a ser rentable. A lo mejor no hay la «excelencia» que busca Florentino, pero estamos ante una de las noches mágicas del Bernabéu.