Cataluña

El modelista

La Razón
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Llegó a la política allá por los ochenta, a través de Nuevas Generaciones. Era el perfil de jóvenes que querían una Cataluña sin exclusiones, eficaz y moderna. Bien curtido como concejal, Alberto Fernández Díaz es la gran apuesta de Mariano Rajoy para el Ayuntamiento de Barcelona. Una plaza de primera, tradicionalmente en manos del PSC, pero que en esta ocasión atisba seguro el cambio. Después de los buenos resultados de Alicia Sánchez-Camacho, el líder del PP sabe de la importancia de la Ciudad Condal. Alberto hará una campaña muy cercana a la gente, lo que se dice en lenguaje coloquial «boca a boca».

Barcelonés de pura cepa, hijo octavo de una familia numerosa, Alberto estudió Leyes, pero sintió siempre el gusanillo político, igual que su hermano Jorge. Ahora, tiene claro el mensaje que le dio Rajoy al confirmarle como candidato: «Alberto, hagamos el discurso de lo práctico y el sentido común». En ello está, con esmero y concentración. Cualidades ambas que le vienen de su pasión oculta, el modelismo. Pocos saben que pinta figuritas y maquetas de plomo, que luego colecciona. Ello le lleva a creer en el trabajo, en la perseverancia más que en la apariencia. Frente a Xavier Trías, de CIU, y un PSC dividido, Fernández Díaz puede jugar un papel decisivo.

Futbolero, «hincha» del Español, su lema es una Cataluña de los catalanes, sin crispación nacionalista. Y cual experto modelista, si logra un buen resultado, añadirá un eslabón más al camino de Rajoy hacia La Moncloa.