CiU llega al pleno del pacto fiscal aferrada a la hacienda propia

Barcelona- Nadie duda de que Cataluña necesita reformar su sistema de financiación porque el modelo actual es insuficiente para atender sus obligaciones competenciales. Por eso, pese a que la prima de riesgo siga sin freno y ayer alcanzara los 638 puntos, un nuevo máximo histórico, ningún partido político puso el grito en el cielo por que hoy se celebre un pleno extraordinario en el Parlament para debatir sobre la propuesta catalana del pacto fiscal.

Todos coinciden en que Cataluña requiere un nuevo modelo que acabe con el desequilibrio entre lo que paga y recibe, que no altere el principio de ordinalidad –que las autonomías que más contribuyen a la solidaridad acaben siendo menos ricas que las que reciban las ayudas– y que establezca mecanismos de solidaridad pero con límites. Hasta aquí todos coinciden. Pero pese a que existe un mínimo común denominador, el consenso catalán con el que soñaba Artur Mas se presenta complicado.

CiU no ha dado su brazo a torcer en las negociaciones, que se remontan al pasado otoño. Empezó con una apuesta de máximos, defendiendo una agencia tributaria catalana única, a través de la cual, la Generalitat recaude y gestione todos los impuestos que pagan los catalanes. Y no ha rebajado ni un ápice sus pretensiones.

Desde el primer momento, contaba con el apoyo de ICV y ERC. Su reto era sumar al PP catalán y al PSC, pero ha fracasado. El PP ha presentado una enmienda a la totalidad de la propuesta del Govern. Expondrá su propia propuesta, aunque mantiene la puerta abierta a dialogar con CiU, esto implica que los populares se abstengan para facilitar la negociación con el Gobierno de Mariano Rajoy.

Agencia consorciada
CiU no quiere tocar las paredes maestras del su pacto fiscal en la línea del concierto económico y el PSC rechaza que la Generalitat tenga la llave de la caja e insiste en una hacienda consorciada, con participación del Estado. Pero tras el maratón de reuniones, que ayer tuvo lugar en el Parlament para avanzar hacia el acuerdo, el primer secretario del PSC, Pere Navarro, abrió la puerta a que su partido vote algunos puntos de la propuesta de Mas, que CiU ha despedazado para facilitar el consenso.