Bruselas

«The Economist» analiza la situación de España de cara al 20N

El semanal británico "The Economist"analiza la situación que atraviesa la política española ante el adelanto, para el 20 de noviembre, de las elecciones generales, en las que vaticina la victoria de Mariano Rajoy pese a que ese candidato ofrece propuestas "poco creíbles".

En su último número, la revista indica que con el anuncio hecho la pasada semana por el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, de celebrar los comicios meses antes de lo previsto, "el juego ha comenzado"y se abre ahora "una nueva era en la política española".

"The Economist"considera que el "impopular"Zapatero "ha respondido tardíamente a las dificultades económicas de España".

Pese a que el líder socialista anunció hace varios meses que no se presentará a la próxima legislatura, "sabe que su sucesor, Alfredo Pérez Rubalcaba, no cuenta apenas con posibilidades de ganar los votos", según esta publicación.

Ese artículo recuerda que los últimos sondeos de opinión apuntan a que Mariano Rajoy, líder del Partido Popular, "parece que va a ganar las elecciones".

Sobre el candidato del principal partido opositor en España, afirma que si bien Rajoy se da cuenta de que lo que más quieren los españoles son empleos y una economía fuerte, el líder conservador ofrece algo que pone en duda su credibilidad: austeridad sin dolor, puesto que ha indicado que no planea acometer recortes sociales.

"Rajoy tiene ante sí un dilema de cara a los próximos meses, puesto que para ganar votos debe parecer moderado, pero para ganar el respeto de los mercados y de Bruselas tiene que parecer severo", según se observa en esa nota.

El artículo se publica el mismo día en que el Banco de España informó de que la economía española ralentizó su ritmo de crecimiento en el segundo trimestre de este año con una subida de dos décimas, debido principalmente al escaso consumo de los hogares y la limitada inversión empresarial.

El organismo supervisor español cree que la recuperación económica podría verse comprometida por las posibles repercusiones de la crisis en los mercados de deuda soberana.